Tras el empate 1-1 entre Colón y Gimnasia y Esgrima de Mendoza, que deja al equipo sabalero a solo un punto del líder, Óscar Garrido compartió sus sensaciones sobre el exigente partido jugado en el estadio Víctor Legrotaglie. En una entrevista posterior al encuentro, el mediocampista analizó el desarrollo del juego, su adaptación a diferentes posiciones y la importancia del grupo en este momento del torneo.
El partido en Mendoza fue un desafío para Colón, y Garrido lo reconoció. "Fue un partido muy duro. La verdad que es un rival que propone y que en su cancha se hace muy fuerte. Es una cancha complicada, grande, pesada, y ellos vienen de un arranque de año muy bueno. Por ahí hoy se lo demostró, pero bueno, Colón fue Colón, salió adelante y lo pudo empatar. Nos vamos con un punto para Santa Fe", expresó el jugador, destacando la dificultad del terreno y el rendimiento del rival, pero también resaltando la actitud de su equipo para conseguir un empate valioso.
Un tema recurrente para Garrido en este torneo ha sido su adaptabilidad a diferentes posiciones en el campo. Tras la lesión de Alan Forney, el jugador tuvo que ajustar su rol dentro del equipo, y se mostró dispuesto a asumir cualquier desafío. "Cada vez que llego a un lugar me preguntan de qué posición juego. Sinceramente, me adapto rápido a las posiciones, por ahí un poco mejor en alguna, un poco peor en otras, pero con voluntad y ganas se puede salir adelante. Se puede suplir esas falencias que puedan faltar", comentó Garrido con humildad, reflejando su flexibilidad y compromiso con el equipo.
Sobre la situación de Alan Forney, quien no pudo estar presente debido a una lesión, Garrido expresó su tristeza, pero también el buen ambiente dentro del plantel. "Es feo empezar a jugar por un compañero, y más como Alan, que la verdad me mandó un mensaje antes del encuentro. Ahí se muestra el grupo que hay. Le quiero mandar un saludo grande porque lo que hizo no lo hace mucha gente, y habla de la grandeza de una persona. Es muy importante lo que hace desde afuera y desde adentro", dijo Garrido, valorando el compañerismo y la solidaridad en el grupo.
Consultado sobre su futuro en el club, Garrido aclaró que no se está enfocando en las decisiones que están por venir, aunque expresó su deseo de continuar en Colón: "No pienso mucho en eso, estoy muy feliz y cómodo aquí en Colón. Me encantaría quedarme, disfruto del grupo que se ha armado este año. Vivo el día a día, que sea lo que Dios quiera. Uno va a hacer las cosas como tiene que hacerlas, y después se verá", explicó el mediocampista, demostrando su enfoque en el presente y su tranquilidad respecto a lo que suceda en el futuro.
En cuanto al desempeño de Colón en el partido, Garrido fue autocrítico, pero también reconoció las virtudes del rival. "Hoy fue un partido flojo en el sentido futbolístico, no solo de Colón, porque Gimnasia también tuvo sus baches. De local se nota mucho la localía, la gente siempre está loca, el clima es hermoso en las previas y en el mismo partido. Si no te haces fuerte de local, es complicado. Vengo de afuera y reconozco que Gimnasia también se hace fuerte en su cancha", analizó, destacando la dificultad de jugar de visitante y la fortaleza de su adversario.
Por último, Garrido dejó claro que no se siente en posición de hacer un análisis técnico del encuentro, ya que esa responsabilidad recae en el cuerpo técnico: "No soy técnico, así que se lo dejo a él ese análisis, uno hace lo que le piden". Con esta frase, reafirmó su rol dentro del equipo, siempre dispuesto a dar lo mejor sin perder de vista la importancia del trabajo colectivo.