Unión sufrió otro baño de realidad en su triste presente con la caída en Chile ante Palestino por la segunda fecha del grupo E de la Copa Sudamericana. Venía de ganarle a Cruzeiro y Central Córdoba, por lo que había confianza y crecimiento en el rendimiento, pero mostró los vicios de siempre y volvió con las manos vacías.
Esto hizo estallar de furia a Cristian González, que tuvo declaraciones inauditas hacia el plantel, lo que causó un fuerte sofocón. Ahora se viene otra vez un momento de reflexión y autocrítica. Sobre todo de visitante, donde se perdieron todos los partidos de este año.
Pero volviendo al duelo de este miércoles por la noche, la baja eficacia en ataque sigue siendo el lastre. Tuvo más disparos que el rival, pero solo atinó uno al arco (el disparo de Lionel Verde en el inicio del complemento). Después, todo desviado.
Quedó claro que Unión necesita más que solo ser superior, sino que debe traducirlo en la red contrincante, porque cuando falla no se lo dejan pasar y quedó claro en los números finales.