En una clara demostración de optimismo de los mercados ante los efectos que puede tener la complicación judicial del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva y las implicancias para el debilitado gobierno de Dilma Rousseff, la bolsa de San Pablo reaccionó este viernes con euforia y subió un 4,12%, mientras que el real se apreció ante el dólar, con un alza del 1,09%.
"La reacción del mercado es totalmente por Lula y Dilma. El mercado cree que todo el mundo va a caer y que un posible nuevo gobierno daría gas a la economía del país", señaló al sitio de noticias G1 Alexandre Cabral, profesor de Finanzas y economista de NeoValue Investimentos.
Empresarios y analistas financieros nacionales e internacionales responsabilizan a Dilma y sus políticas por el deterioro de la séptima economía del mundo.
Creen que sus políticas de gasto aumentaron el déficit presupuestario y aceleraron la inflación.
Brasil está sumergido en una profunda recesión, que según datos oficiales del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) revelados anteayer llevó a que el PBI del gigante sudamericano se desplomara un 3,8% el año pasado. Para este año, las perspectivas son igualmente malas, con pronósticos de una contracción de la economía ya de entre el 2,9 y el 3,5%. Todo esto en un contexto de por sí muy negativo para los brasileños, en el que tanto la tasa de inflación como el índice de desempleo están en el 10%.
De todos modos, una vez que pase la euforia por el caso de Lula los inversores aún tendrán que preocuparse por el desorden político y la recesión de la economía.
"No creo que [el caso de Lula] sea positivo para los mercados para nada, en el sentido de que Lula probablemente lleve a los sindicatos y a los movimientos sociales a las calles", dijo Jorge Piedrahita, presidente ejecutivo de la correduría Torino Capital.
"Esto significa que las cosas en Brasil se pondrán peores antes de que mejoren. Yo estaría aprovechando estas alzas para vender", agregó.
Crisis fiscal
Maarten-Jan Bakkum, estratega de inversión de NN Investment Partners en La Haya, dijo que espera que Dilma "eventualmente enfrente un juicio político, pero que el problema hasta entonces es que hay una gran crisis fiscal que resolver" con un costoso déficit y crecientes niveles de deuda.
"Un nuevo gobierno puede resolverlo, pero podemos estar a un año de eso", dijo Bakkum. "Por eso no estoy comprando", agregó.
Según Pablo Cisilino, gestor de cartera de Stone Harbor, una empresa de inversión en renta fija, "hace un mes la posibilidad de un juicio político era muy baja (...) y de pronto el panorama cambió".
"Cualquier cosa que vaya en la dirección de una solución política en Brasil es positiva", agregó.
Thais Marzola Zara, economista y director de Rosenberg consultores, dijo al diario O Globo que era difícil hacer predicciones sobre cómo influirá el caso de Lula en los mercados y que había que prestar atención a los próximos días.
Los mercados no sólo reaccionaron ante el caso de Lula. Anteayer las reacciones del senador Delcídio Amaral, que dijo que Dilma y Lula estaban al tanto del esquema de corrupción de Petrobras, ya habían influido en los mercados. El dólar cerró en su nivel más bajo desde el 10 de diciembre y Bovespa subió un 5,12%, el nivel más alto desde octubre de 2009.