El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró estar emocionado por la visita. "Esto era inimaginable", afirmó e, incluso, dijo algunas palabras en español.
"Suelen reírse de los discursos de los hermanos Castro, así que voy a extenderme un poco", advirtió Obama antes de comenzar su análisis sobre la visita.
El mandatario estadounidense aseguró que "los cubanos decidirán su futuro porque son una nación soberana", pero recordó que los EE.UU. harán lo que "siempre han hecho": "defender la democracia en todo el mundo".
"Nos emocionamos por cómo nos recibieron, por las sonrisas. Estamos muy agradecidos de experimentar La Habana, la comida, y la visita a la Catedral nos recuerda que compartimos la fe profunda que sostiene a muchos cubanos", aseguró Obama.
La conferencia comenzó con las palabras del presidente cubano, Raúl Castro: "Las medidas adoptadas por su gobierno son positivas pero no suficientes", afirmó Raúl Castro durante su intervención. El cubano fue el primero en hablar. "Deben devolver el territorio ilegalmente ocupado en la base naval de Guantánamo", aseguró Castro e informó que este reclamo formó parte de la conversación privada que mantuvo con Obama.
"Para tener relaciones normales deben ser suprimidas varias políticas. El pueblo cubano no puede renunciar al destino que libre y soberanamente ha escogido", agregó Castro. Mientras Obama seguía toda su intervención con la traducción simultánea.
El cubano también defendió su necesidad de "defender a Venezuela", aunque admitió que no hablaron del tema con Obama.
"Tenemos profundas diferencias entre nuestros países que no van a desaparecer", remarcó.
"Defendemos los derechos humanos, pero los concebimos como indivisibles con el derecho a la educación, a la salud, al trabajo. Nos oponemos a la manipulación política de los derechos humanos. Por eso reiteré nuestra predisposición a mantener el diálogo qué iniciamos", afirmó Castro sobre uno de los temas más delicados entre ambos países.
Castro le agradeció a Obama la visita. "Hemos comenzado a dar pasos para tener una relación de nuevo tipo. Como la que nunca", aseguró y agregó: "Destruir un puente es fácil y requiere poco tiempo. Construirlo es una tarea mucho más larga y difícil".
Luego de las dos intervenciones llegó el momento de tensión en la sala de conferencias. Las preguntas desencajaron a Raúl Castro. Desacostumbrado al ejercicio de la interpelación, por primera vez recibió preguntas críticas. "¿Por qué tiene prisioneros políticos?", le espetó el cronista de la CNN y el cubano se ofuscó. Intentó, primero, evadir la pregunta pero luego respondió. "Dame la lista de los presos políticos y esta noche estarán sueltos", dijo elevando la voz.