Cultura - Novedad discográfica

Sábado 07 de Mayo de 2016 - 08:44 hs

Liliana Herrero, en un viaje "Imposible" de la memoria al presente

Dispuesta a reinventarse, a cambiar siendo la misma, a buscar refugio en las cornisas, la cantante vuelve a las bateas con su nuevo trabajo musical.

Actualizado: Sábado 07 de Mayo de 2016 - 11:12 hs

Liliana Herrero

El viaje de Herrero y su cuarteto (más el aporte del músico y periodista Santiago Giordano) a una escogida memoria folclórica, no está libre de riesgos pero prescinde de esas desmesuras sonoras de músicas y voces que la artista ha sabido cultivar como región pletórica de hallazgos para sí y para la canción popular.

Contenida pero nunca limitada, la intérprete encabeza el repertorio desde una voz que es casi un susurro, pero ese tono algo más apagado que el que habitualmente atraviesa sus registros, subraya un decir necesario para acompañar el rescate de la memoria que propone “Imposible”.

Desde lo musical, Pedro Rossi (guitarra y arreglos), Ariel Naón (contrabajo y arreglos), Martín Pantyrer (clarinete bajo) y Mario Gusso (percusión y arreglos) se integran a esa travesía capaces de abrazar la sabia síntesis de entender que menos es más y las sutiles intervenciones se encargan de resaltar lo diferente que anida en lo conocido.

Una decena de piezas que visitan buena parte de la geografía musical argentina y que en todos los casos fueron creadas por músicos y autores fallecidos, interpelan a los ecos de la memoria de un lugar y, al mismo tiempo, convidan a asumir las tensiones que genera volver a echar luz sobre lo existente.

El cancionero registrado en vivo en los míticos estudios ION, abre con la zamba “Carita morena” (de Juárez-Quiroga) y enseguida llega la vidala que da nombre al trabajo y que pone en superficie la inquietante creación del teniente Juan Carlos Franco Páez, quien tras ser defensor de oficio del anarquista Severino Di Giovanni, murió envenenado en una cena de camaradería.

El aporte siempre vigente de Atahualpa Yupanqui, reconoce aquí dos clásicos capaces -como toda obra de peso- de ser resignificados: “Luna tucumana” y “Chacarera de las piedras”.

Mientras que el pianista Gustavo “Cuchi” Leguizamón, también participa por duplicado con “La chaya de la albahaca” (con texto de Armando Tejada Gómez) y “Lavanderas del Río Chico”, íntegramente de su autoría, que en la versión registrada contó con arreglos y dirección de Lilián Saba, la única invitada del disco.

La imponente dupla Eduardo Falú-Manuel J. Castilla participa con su zamba “La catamarqueña” y otra pareja -en este caso entrerriana como Herrero y formada por el poeta Juan L. Ortiz y el guitarrista Walter Heinze-, regala “Villaguay vidalita de la vuelta”.

El remate del material remarca la nocturna y conceptual atmósfera del relato con “Tiempo del río largo” (del ribereño Chacho Muller) y “La noche”, firmada por Buenaventura Luna.

Esas obras de raíz y su honda relectura podrán apreciarse en directo desde mañana en el Coliseo Podestá de La Plata, el viernes 27 llegará el Auditórium de Mar Del Plata, el jueves 9 de junio en el debut de Liliana en el porteño teatro Ópera y, exactamente un mes más tarde, el sábado 9 de julio, en la Sala Lavardén de Rosario.

La edición añade otro disco, titulado “Tres tangos errantes”, con tres gemas gardelianas registradas en 2003 junto al piano indómito de Gerardo Gandini, donde la impronta de los postangos del maestro se pone de manifiesto en “Volvió una noche”, “Soledad” y “Por una cabeza”, encuentran otro cauce en el decir de Herrero.

Fuente: Telam