Más de 130 policías y bomberos rastrean la zona montañosa del norte de Japón donde hace cuatro días los padres de Yamato Tanooka lo abandonaron durante unos minutos para inculcarle disciplina.
Esa fue la versión que han dado sus progenitores para explicar los motivos de su desaparición. Pero a pesar de los esfuerzos por dar con su paradero, el pequeño, de siete años, no da señales de vida.
El bosque en el que sus padres pararon el coche y le obligaron a bajar para reprenderle por su mal comportamiento está habitado por osos salvajes. Se trata del monte Komagatake, en la isla japonesa de Hokkaido.
La primera versión de los padres del niño fue distinta ya que contaron a la policía que el menor se perdió mientras la familia recogía plantas. Más tarde se arrepintieron y cambiaron la versión.
En un primero momento, han asegurado, no se atrevieron a decir la verdad: le habían dejado solo intencionadamente después de que el niño tirara piedras a la gente y a los coches.
Así fue, según ellos, como cuando llegaron a los pies del monte Komagatake decidieron parar el coche, obligaron al niño a bajar del vehículo y retomaron la marcha. Después de conducir unos 500 metros, según los progenitores de Tanooka, regresaron con la esperanza de que el niño hubiera aprendido la lección.
"No podía pedir una búsqueda por el castigo. Pensé que lo iban a asumir como violencia doméstica", declaró el padre a TV Asahi.
Los rescatistas redoblan la búsqueda porque temen que el chico haya sido atacado por algún animal.