Al menos 6 mil personas fueron detenidas tras el fallido golpe de Estado en Turquía, así lo informó el ministro de Justicia de ese país, Bekir Bozdag, al tiempo que aseguró que esta cifra se incrementará.
"Hasta ahora se han detenido unas 6 mil personas. Habrá más detenciones", dijo el funcionario en declaraciones a la televisión pública TRT en Ankara.
En horas de la noche del pasado viernes 15 de julio, comenzaron a circular en Ankara, capital de Turquía, decenas de vehículos y aviones militares, momentos después, un comunicado oficial confirmó que una facción del Ejército turco estaba intentando tomar el poder y derrocar el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan.
En medio de estas acciones, unas 265 personas perdieron la vida, 161 de ellas eran civiles, mientras que más de mil ciudadanos resultaron heridos.
Además, la Junta Superior de Jueces y Fiscales del país (HSYK por su sigla en turco) destituyó a 2 mil 745 jueces por su presunta vinculación con el clérigo Fetulá Gulen, un exiliado en Estados Unidos que defiende la creación de un Estado paralelo en Turquía.
El ministro reiteró su acusación hacia Gulen, señalándolo, al igual que el presidente Erdogan, como el organizador de las acciones golpistas.
"El hombre número uno en esto (el golpe) es Fethullah Gülen. Después de esto, mantener Gülen en Estados Unidos no sirve a la amistad entre Turquía y Estados Unidos", dijo Bozdag.
Un día antes, Erdogan solicitó al país norteamericano que le entregaran a Gulen y destacó que está dispuesto a cumplir con la solicitud estadounidense de extradición de terroristas.
En contexto
Estados Unidos y Turquía han mantenido una estrecha relación, sobre todo en el ámbito militar, desde fines de la Segunda Guerra Mundial, y tal amistad ha llevado a la instalación de bases militares estadounidense en el país otomano.
En 1952 Turquía ingresó a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y garantizó la presencia de las tropas de Estados Unidos en la región para amenazar a la extinta Unión Soviética.
Una muestra de tal relación se vio en la crisis de los misiles de octubre de 1962, cuando Estados Unidos amenazó con lanzar misiles desde Turquía a la antigua Unión Soviética si Moscú no culminaba el envío de proyectiles a Cuba.
Turquía apoyó las invasiones de Estados Unidos en el Medio Oriente, desde Irán en 1953, hasta la segunda invasión a Iraq en 2003. Asimismo, ha avalado las acciones del Estado de Israel contra el pueblo palestino.
En la actualidad, Turquía apoya los bombardeos de la coalición liderada por Estados Unidos en Siria en su supuesta lucha contra el autodenominado Estado Islámico (Daesh en árabe) y ha colaborado en la logística y adiestramiento de los grupos armados que se oponen al gobierno de Bashar al-Assad.