Como todos los años el Papa lee un mensaje navideño. Este 25 de diciembre el Sumo Pontífice, Franciso I, hizo su tradicional bendición "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) y luego un repaso por las guerras y males que afligen al mundo.
En su mención sobre la crisis social, económica y política del país sudamericano, Francisco deseó que la "valentía anime también la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera".
Agregó que en Venezuela se den los pasos necesarios para acabar con tensiones y se edifique conjuntamente un futuro de esperanza, en un discurso pronunciado en el balcón de la Logia central de la basílica de San Pedro ante decenas de miles de católicos.
Previamente, el sumo pontífice pidió "concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y reconciliación".
En su mensaje sobre la paz, Francisco la exigió de forma "eficaz y concreta" para "los abandonados y excluidos, a los que sufren hambre y los que son víctimas de violencia". Además, recordó a los "prófugos, a los emigrantes y refugiados".
"Paz a los pueblos que sufren por las ambiciones económicas de unos pocos y la avaricia voraz del Dios dinero que lleva a la esclavitud. Paz a los que están marcados por el malestar social y económico, y a los que sufren a consecuencia de terremotos u otras catástrofes naturales", reclamó el Papa.
En otro momento, Francisco se refirió al conflicto entre Israel y Palestina, aconsejando "escribir una nueva página de la historia" sin "odio ni venganza".