Antes de la medianoche de este domingo, dos amigos a toda velocidad embistieron a una familia de Santo Tomé que volvía luego de pasar un momento al aire libre en la Costanera santafesina.
El fuerte impacto causó la muerte de un matrimonio conformado por Beatriz López, de 45 años, y su marido, Marcos Arias, de 50. El hijo, de 11 años, sobrevivió pero tuvo que ser hospitalizado, y más tarde fue dado de alta.
Las muertes pusieron nuevamente en la agenda pública la falta de controles en la Costanera. Si bien la fiscal que lleva la causa, Roxana Marcolín, indicó que está descartado que la causa del accidente haya sido que los jóvenes estén corriendo picadas, los vecinos no dejan de mencionarlas ante la conmoción por lo ocurrido.
Quien no obvió el tema fue el intendente Juan Pablo Poletti, y en declaraciones a la prensa sostuvo que van a continuar con los controles y se incrementarán las campañas publicitarias para que se tome conciencia de las consecuencias del exceso de velocidad.
Además, adelantó que se van a realizar pasos peatonales elevados, que también tengan la función de reductores de velocidad.
"Aún los jóvenes no entienden el por qué de los controles, y se van corriendo", acrecentando el peligro.