¿Cansados de películas románticas que son un cliché detrás de otro? Entonces es hora de sumergirse en el catálogo de Netflix y buscar Antes de la medianoche un film que observa de forma honesta cómo evoluciona una pareja y cuáles son los desafíos cuando el vínculo parece desgastarse a paso acelerado.
El director Richard Linklater, junto a Ethan Hawke y Julie Delpy , construyó una trilogía impulsada por el amor hacia dos personajes y el vínculo que ambos forjaron desde su juventud, hasta su adultez. Luego de Antes del amanecer y Antes el atardecer, Antes de la medianoche supuso (hasta ahora) el punto final de una saga centrada en Jesse (Hawke) y Celine (Delpy), hombre y mujer que se conocen, se enamoran y se desencuentran, pero vuelven a verse nueve años después y deciden permanecer juntos. En este último capítulo, la historia encuentra a la pareja en una posición menos idealizada que la de los films previos, en donde los desgastes y los pases de factura comienzan a amenazar ese amor que parecía desbordarlos. Y por ese motivo es que Antes del anochecer es fruto de una maduración por parte de este trío creativo, en el que todos permitieron a los personajes crecer, abrazar y aceptar una agridulce adultez llena de mentiras, infelicidades e infidelidades.
A pesar de completar una trilogía, Antes de la medianoche es una película que puede disfrutarse en forma aislada principalmente porque la universalidad de su historia previa no necesita mucha presentación. Y si bien entrar por la puerta de su tercera entrega significaría perderse los mejores años de Jesse y Celine, también supondría una mirada más desencantada (pero quizá más atractiva) sobre cierto romanticismo que inundó el clima de sus predecesoras, y que aquí no aparece de forma tan inmediata.
Esta producción estudia varias formas de romance y observa, en el último tramo del film, por qué Jesse y Celine son la pareja más imperfecta a la que muchos siempre querrán emular.