Cultura - The Art Life

Domingo 26 de Marzo de 2017 - 10:50 hs

El lado menos conocido del Sr. David Lynch

El documental David Lynch: The Art Life muestra al creador de Terciopelo azul de entrecasa.

Durante tres años, un equipo de filmación -formado por los directores Jon Nguyen, Rick Barnes y Olivia Neergaard-Holm, más los productores Jason S. y Sabrina Sutherland- entrevistó a David Lynch en su casa-estudio de Los Angeles: fueron unos veinticinco encuentros en total. Lynch, además, les dio acceso a su álbum de fotos familiar, videos caseros, pinturas. El resultado es la magnífica David Lynch: The Art Life, que se vio en el pasado Festival de Mar del Plata y el jueves 6 se estrena en el BAMA (Diagonal Norte 1145).

Antes que nada, hay que hacer una advertencia para evitar decepciones: el documental no abarca a Lynch como cineasta. Cada uno podrá sacar conclusiones acerca de cuánto de lo que narra sobre su pasado construyó el imaginario de sus películas, pero su trabajo como director no es abordado directamente. Lynch repasa fragmentos de su infancia, adolescencia y juventud, un relato que concluye cuando habla del momento en que está empezando a filmar su opera prima, Eraserhead.

 

El foco está puesto en su obra como artista plástico. Lo vemos literalmente con las manos en la masa (pintando, esculpiendo, tallando, moldeando), y también se muestran algunos de sus cuadros terminados: casi todos, pasibles de recibir esos mismos adjetivos calificativos que son un lugar común para hablar de sus filmes. O sea: inquietantes, perturbadores, oscuros, misteriosos.

Mientras, Lynch va contando diferentes episodios de su vida, que convergen en el descubrimiento del arte. Una niñez feliz, con dos hermanos menores y dos padres “perfectos”, que lo estimularon en el desarrollo de su creatividad. Un período luminoso que se terminó con la primera de varias mudanzas, forzadas por las obligaciones laborales del padre. Luego, la época de malas compañías, el despertar de su pasión por la pintura, su rechazo a la escolaridad tradicional, las becas que lo salvaron en momentos en los que estaba a punto de abandonar todo para mantener a su primera esposa y a su hija mayor.

Lo único que se escucha es la voz de Lynch, pausada, hipnótica, describiendo todo con una claridad y una tersura que contrastan con el hermetismo de sus películas. Hay, de todos modos, puentes evidentes con lo que produciría años más tarde. Como la anécdota de cuando estaba en la vereda de su casa jugando y vio pasar a una mujer desnuda, con la boca sangrante. O cuando, ya mayor, invitó a su padre a su taller, donde estaba experimentando las posibilidades estéticas de comestibles y animales en estado de putrefacción: “Nunca tengas hijos”, le pidió, horrorizado, el señor Lynch.

Aparece siempre solo o acompañado por su hija menor, de apenas dos o tres años: ella fue clave para que el cineasta aceptara ser entrevistado. Nguyen ya lo había filmado diez años atrás, en el documental Lynch, que lo muestra durante el rodaje de Imperio(que es de 2006 y hasta hoy sigue siendo el último largometraje de David Lynch). En ese momento, el creador de Terciopelo azul se mostró reacio a hablar, pero la paternidad tardía lo hizo cambiar de idea. “Para la época en la que tuvo a su hija, nos acercamos de nuevo a él y le dijimos que para él era una oportunidad de contarle a ella todas las historias de su infancia, y pensó que era una gran idea”, cuenta Nguyen en una entrevista con Vice.

El productor Jason S., amigo de personal de Lynch que estaba viviendo en su casa en ese momento, fue clave para acceder a su intimidad. El le hizo gran parte de las entrevistas, dato que explica la predisposición de Lynch para hablar. Otra llave fue Sabrina Sutherland, también productora, que conoce a Lynch desde 1990, cuando trabajó en la filmación de la primera temporada de Twin Peaks. Nguyen cuenta que quería tener imágenes del hombre haciendo algo más que pintar, fumar o tomar café, pero al parecer esas son casi las únicas actividades cotidianas de Lynch, que vive bastante recluido, previsiblemente alejado de la vida social de Hollywood. En algunos momentos se lo ve, sí, escribiendo: son los capítulos de la nueva temporada de Twin Peaks, que se estrenará el 21 de mayo. Hasta entonces, David Lynch: The Art Life es el ansiolítico que cualquier médico prescribiría.

 

Fuente: clarin