Francisco rompió este domingo con la tradición de no pronunciar una homilía durante la misa de Pascua para asegurar a los fieles que ante un mundo lleno de tragedias y guerras sólo pueden seguir adelante y pensar que "Cristo ha resucitado".
Aunque no estaba previsto, Francisco tomó la palabra para decir que "la Iglesia no cesa de decir ante nuestras derrotas y ante nuestros corazones cerrados y atemorizados que el Señor ha resucitado".
"¿Pero si el señor ha resucitado por qué sucede todo esto. Por qué suceden tantas desgracias, enfermedades, tráfico de personas, guerras, destrucción, utilizaciones, venganza, odio? ¿Dónde está el señor?", preguntó el líder de la Iglesia.
Además, Francisco relató que este sábado llamó a un joven con una grave enfermedad y qué lo dejó "sin respuestas" al contestarle que "nadie le había preguntado si él merecía ésto".
Francisco dijo entonces que sólo se puede responder que "la iglesia continúa diciendo Jesús ha resucitado y esto no es un fantasía, no es una fiesta, con tantas flores, es más que todo eso".
El pontífice dijo que los católicos ante tanto dolor en la tierra y ante tantas tragedias y calamidades pueden decir que "no hay un muro, sino un horizonte".
"Ante las enfermedades o problemas familiares, ante las guerras las tragedias humanas, sólo, simplemente, y con voz humilde, sólo se puede decir que estoy seguro que Cristo ha resucitado y yo he apostado por ello", agregó.
La misa solemne se realizó ante las decenas de miles de personas que se congregaron en la Plaza de San Pedro decorada con miles de flores procedentes de Holanda.