Velvet, junto a Gran Hotel, Gran Reserva, Merlí y Las chicas del cable representa una nueva era para la televisión española que no solo ha encontrado el camino para posicionarse en su país sino también fuera de él y, gracias a Netflix , podemos verla completa en América Latina. Además de tener un gancho en el público local por el idioma, el español -para muchos- es motivo más que suficiente, se trata de grandes producciones de muy buena calidad. Velvet, de Antena 3, es un ejemplo de cómo se puede contar una historia de amor sin distracciones, con un gran aporte de personajes secundarios -José Sacristán está entre ellos-, y con una ambientación de época que lleva a los espectadores a instalarse a fines de los años 50 sin escalas. Acá te contamos los puntos fuertes de esta historia, donde los recursos clásicos se mezclan con otros más actuales para contar cómo una plebeya que se enamora de un príncipe encuentra su camino como diseñadora.
La producción: escenografía y ambientación de época
Velvet es una prueba de cómo se puede contar una historia de amor sin perder los detalles. Desde el capítulo uno hasta el último, la estética de la producción se mantiene a la perfección así como la ambientación. Los espectadores sienten que pueden estar tranquilamente en un bar de fines de los años 50 -en El Pausa- o recorrer la Gran vía y encontrarse con estas famosas galerías, cuyos diseños respetan las reglas de la época. Y, por supuesto, el vestuario tampoco desentona, todos están vestidos como deben: desde Cristina Otegui (Manuela Velasco), la novia de Alberto Márquez (Miguel Ángel Silvestre) a Ana Ribera (Paula Echeverría), la costurera que muere por el amor del heredero de Velvet.
La música también acompaña al espíritu de estos tiempos y tiene en Luisa (Manuela Vellés), una de las costureras que triunfa en la escena gracias a un concurso en una radio, a su referente.
Un gran culebrón
Con una historia central clásica: una chica pobre se enamora del hijo de un empresario rico y juntos luchan por imponer su amor más allá de no compartir el mismo mundo (muy a lo Muñeca Brava). La diferencia de Velvet con las telenovelas argentinas actuales, es que respeta el culebrón sin irse por las ramas. La historia de Ana y Alberto es el motivo de esta cita televisiva y las tramas secundarias no la opacan como para hacernos olvidar que ellos desde chicos tienen una especie de fascinación el uno por el otro y no pueden esconderlo.
Los personajes secundarios
Velvet tiene un elenco heterogéneo, mezcla actores consagrados con caras nuevas de la televisión española. Durante las cuatro temporadas que dura la serie se van viendo y desarrollando las historias de varias generaciones. En las famosas galerías también están Rita (Cecilia Freire ) y Pedro (Adrián Lastra), una costurera y el encargado de repartir el correo; Clara (Marta Hazas), la hermana de Rita, que pasa de dependienta a secretaria y vive una intensa relación con Mateo (Javier Rey ), el mejor amigo de Alberto. Pero uno de los personajes que más se destaca es el de Don Emilio (Sacristán), el tío de Ana, que es el jefe de las galerías y el que controla que todo esté bien. Verlo a Sacristán en una telenovela vale el intento de darle una oportunidad a esta propuesta española. También está Raúl De la Riva (Asier Etxeandia), un excéntrico diseñador que termina siendo elemental para la trama.