Un incendio en un edificio residencial de Latimer Road, al oeste de Londres acechó por completo los 24 pisos de una torre donde residían alrededor de 500 personas. Las llamas comenzaron alrededor de la una de la madrugada (horario local) y se propagaron durante la noche. "Este es un incidente sin precedentes. En mis 29 años como bombero nunca ví algo de esta escala. Los bomberos aún trabajan fuertemente", informó a medios locales la jefa de la brigada de bomberos de Londres, Dany Cotton, pasadas las 8 de la mañana.
"Me pone muy triste confirmar que ha habido algunas víctimas fatales, pero no puedo decir aún el número dado el tamaño y la complejidad del edificio", agregó Cotton, quien adujo que 40 autobombas y vehículos especializados, incluyendo a 14 unidades de rescate, todavía trabajaban en el lugar. Según algunos vecinos, el incendio habría comenzado en un cuarto piso.
"Puedo confirmar que murieron 12 personas" pero "desgraciadamente me temo que el saldo aumentará", declaró Stuart Cundy, comandante de la Policía Metropolitana londinense. Muchas personas siguen desaparecidas, advirtió. El servicio de Ambulancias de Londres confirmó 50 heridos; 100 médicos trabajan en el lugar.
El alcalde de Londres Sadiq Khan explicó a través de su cuenta de Twitter que se encuentra trabajando desde el lugar junto a fuerzas oficiales. Un comité de emergencia fue organizado y las autoridades establecieron un centro de emergencia para los evacuados del edificio.
En un comunicado del municipio Royal Borough of Kensington and Chelsea se informó que el foco está puesto en el apoyo y alivio de las víctimas. Las causas del incendio serán investigadas y a lo largo del día se reportará a través del sitio oficial mencionado.
Las imágenes de la tragedia son escalofriantes. Decenas de vecinos se congregaron en la calle, muchos de ellos en pijama, dispuestos a prestar ayuda. A viva voz, alertaban a los residentes del edificio que no se tiraran por las ventanas, cosa que sucedió. Mientras las llamas ardían, algunos familiares intentaban ponerse en contacto con quienes permanecían bloqueados en la torre.
"Me salvé gracias a los gritos de la gente y no por la alarma anti-incendio, que no funcionó", relató a la BBC Paul Munakr, un vecino que residía en el séptimo piso del rascacielos y que logró dejar el lugar por las escaleras, ante las inminentes llamas.