Nelson Piquet y Elio Salazar protagonizaron uno de los momentos más calientes en la larga historia de la Fórmula 1. Fue en el Gran Premio de Alemania en 1982, cuando el campeón del mundo en ese momento, le pegó varias trompadas a Eliseo Salazar segundos después de protagonizar una polémica maniobra donde los dos quedaron fuera de carrera.
Piquet estaba al frente del pelotón por amplia diferencia, pero cuando tomó la decisión de superar a Salazar para sacarle una vuelta, el auto del chileno tocó de atrás al brasileño en el ingreso de la chicana. Por esta maniobra, los dos quedaron fuera de carrera y esto causó la furia del campeón del mundo, quien dirigió varias trompadas y patadas hacia su colega, este último no tuvo ninguna reacción, porque fue consciente que le sacó a Pique un triunfo que ya tenía asegurado.
Lo más llamativo es que luego de algunos años, Salazar confesó que Piquet no sólo era uno de los pilotos que más respetaba, sino que incluso lo apoyó en su inicio en el automovilismo: “Mi historia con Nelson nació en la Fórmula 3 británica. Yo siempre tuve una gran admiración por él y justo el día de mi primera carrera allá, en 1979, me encontré con él llegando en un Alfa Romeo. Para mí fue como la aparición del Señor, me llevó y después de eso nos hicimos amigos. Y me ayudó y se convirtió en uno de los factores clave de mi carrera en Europa. Lo del choque fue una desinteligencia de ambos y por supuesto que fue un momento muy difícil para mí, ya que él era mi ídolo”.
Los dos actores protagonistas de este momento se encontraron dos décadas más tarde y sellaron su amistad con un fuerte abrazo. Y, para comprobar que la caótica situación quedó en el pasado, Piquet y Salazar se sacaron una foto similar de la pelea para una cadena deportiva internacional, donde posaron como boxeadores, muy sonrientes y con los puños en alto, como si estuvieron nuevamente en Hockeheim.