Si bien nunca me pasó —o nunca me di cuenta— e incluso hace un tiempo me parecía que se trataban de historias de fantasmas pero en versión digital, hay tantas que cada vez dudo más al respecto. La última que se viralizó la contó el desarrollador Damián Le Nouaille, quien publicó su historia en Medium.
"Estaba en España con mi familia y fuimos a hacer una caminata desde las 7 de la mañana hasta las 3 de la tarde a 2300 metros de altitud. Tenía poco 3G y mi teléfono estaba en la mochila (un iPhone 7 Plus en modo low battery)", explicó.
Comentó que en un momento estaba hablando con su primo sobre un producto que le gustaría comprar: un proyector bluetooth para compartir videos desde su teléfono. "Sé que nunca lo busqué en Google ni escribí nada en redes sociales o en ninguna plataforma digital. Fue una discusión completamente aleatoria", aseguró.
¿Qué fue lo que sucedió a continuación? Le apareció una publicidad en Instagram de un proyector bluetooth.
La periodista de la BBC Zoe Kleinman tuvo una experiencia similar y decidió contactar a expertos en seguridad informática de la compañía Pen Test Partners para que desarrollaran una aplicación que hiciera eso: que escuchara las conversaciones de sus usuarios.
"Todo lo que hicimos fue usar funcionalidades existentes en Android. Le dimos permiso a la aplicación para usar el micrófono del teléfono, configuramos un servidor para que escuchara a través de Internet y todo lo que el micrófono escuchaba en ese teléfono, donde sea que estuviera en el mundo, nos llegaba. Nosotros podríamos haberlo utilizado para hacer publicidades personalizadas", explicaron los expertos.
Además, agregaron: "Probamos que se puede hacer, que funciona y lo hicimos. ¿Esto pasa? Probablemente".
Nada de todo esto confirma que Instagram, Google, Facebook o cualquiera de los gigantes que ponen publicidades en sus sitios lo estén haciendo. Pero hasta que se confirme –y eso sí que sería un escándalo– o no, quizás deberíamos tener un poco de cuidado lo que hablamos cerca del celular.