Kimberly Phillipses es madre de un adolescente de 15 años y vive en Estados Unidos. En uno de esos días aburridos, quiso poner a prueba la destreza de su hijo de 15 años, pidiéndole que use un teléfono a disco para llamarla, y para su sorpresa, fue un desafío que no pudo superar.
El joven Breylon, acostumbrado a pantallas táctiles, se predispuso a la tarea de marcar número por número. Eso sí, nunca levantó el tubo del teléfono. Y hasta se quejó al no encontrar el cero.
Su madre siguió grabando el “experimento” sin poder contener las risas al ver que su hijo no podía establecer ningún tipo de comunicación.
A pesar de que lo intentó varias veces, el joven se dio por vencido y, como frutilla del postre, recurrió a su celular donde intentó googlear como se utiliza un teléfono a disco.