Un terremoto de magnitud 7.2, seguido por un mínimo de 150 réplicas, sacudió este viernes las zonas centro y sur de México sin que por el momento se hayan registrado víctimas fatales. El Servicio Sismológico Nacional informó que el epicentro a ocho kilómetros al noreste de Pinotepa Nacional, en el estado sureño de Oaxaca.
El temblor se sintió además en los estados de Oaxaca, Guerrero, Puebla, Morelia, Colima y Jalisco, según ha avanzado el Servicio Sismológico Nacional a través de las redes sociales.
Los daños físicos no han sido de la misma gravedad que los que provocó el seísmo del pasado septiembre, más de 570.000 personas de 112 colonias se han quedado temporalmente sin electricidad y la circulación se cortó en las principales vías.
En la capital, la alarma sísmica comenzó a sonar, haciendo que los vecinos salieran a las calles. Pero las sirenas dejaron de escucharse sin que aún se sintiera el temblor, evocando recuerdos de la falsa alarma sísmica del 6 de septiembre del año pasado.
Cuando las personas ya regresaban a sus casas o lugares de trabajo comenzó a sentirse la sacudida con intensidad considerable, lo que causó escenas de pánico en algunos puntos de la ciudad. Poco tiempo después comenzaron a escucharse ambulancias, mientras las personas en las calles trataban de llamar a sus conocidos con sus móviles.
Pese a las escenas de pánico vividas en las calles, las autoridades locales han asegurado que la incidencia del terremoto no ha sido tan intensa como se preveía en un primer momento. Según el jefe de gobierno de la capital, los informes que llegan de los helicópteros que han sobrevolado la ciudad indican que no se trata de un “tema mayor”. El metro está operativo, y no se han registrado afectaciones en la red de agua potable.
El miedo desatado entre los vecinos ha traído a la memoria el funesto temblor del pasado mes de septiembre, que causó 370 muertos y más de 7.000 heridos. Algunos de los edificios de la capital aún permanecen en ruinas a causa del seísmo de 7.1 grados.
En Oaxaca, uno de los estados más afectados por los terremotos de septiembre de 2017, el seísmo provocó pánico entre los pobladores en zonas como Juchitán y Playa Vicente, en la costas del estado.
”En Juchitán se sintió muy fuerte, hubo pánico entre la población, que optó por salir de sus viviendas ante la memoria que les dejó el terremoto de septiembre pasado. Todo se observa con normalidad, y no hay señas de daños a primera vista”, según relatan los testigos.
En el estado de Jalisco, oeste del país, el movimiento telúrico fue percibido en la costa y el sur del estado además de la zona metropolitana de Guadalajara, sin que hasta el momento se reporten daños, informaron fuentes de Protección Civil del estado.
En el sureño estado de Guerrero, no se ha informado de daños iniciales y en el puerto de Acapulco, se registró un desalojo preventivo de hoteles en la zona turística, plazas comerciales y edificios públicos ya que las alertas se activaron antes del movimiento.