Los celulares y las computadoras redujeron enormemente las ocasiones en las que es necesario que escribas a mano. Los teclados y las pantallas táctiles dan cada vez menos trabajo manual pero la escritura en papel te puede ayudar a tener controlada la salud. De ese modo, tenés otra razón por la que no debés abusar de la tecnología.
La grafología tiene como objetivo describir rasgos de la personalidad del individuo a través del examen de la escritura manuscrita. Se esté o no de acuerdo con esta rama del conocimiento a la que se la suele catalogar como “pseudociencia”, la misma puede ayudarte a detectar si tenés algún problema de salud.
Si la presión con la que escribís varía de forma sustancial puede ser un indicador de la presión arterial alta.
Si empezás a escribir más lento y tu escritura es irregular o con letras emparejadas podría ser un indicio de la enfermedad de Alzheimer, en la cual la forma de escribir se deteriora al mismo ritmo que la capacidad mental.
En el caso de que comiences a escribir con más presión de la habitual y con los textos más unidos que hacen que cuando se gire la hoja se note la escritura puede significar que tenés mucha energía. Sin embargo, si sucede lo contrario y tu escritura es muy ligera puede indicar decaimiento, fatiga o cansancio.
Uno de los signos de la enfermedad de Parkinson tiene que ver con la escritura: suele ser difícil de leer y chica, tanto que en ocasiones el que lo escribió no es capaz de entender qué puso.
Finalmente, a veces la escritura colabora en detectar la esquizofrenia. Si una palabra se repite de forma sostenida o la inclinación de una frase o palabra varía puede deberse a que la persona no tiene un contacto continuo con la realidad.