Más de dos décadas pasaron del famoso encontronazo entre Maradona y Julio Toresani, el día que el Diez volvía a jugar en Boca después de 14 años. El 7 de octubre de 1995, Boca festejó una victoria sobre Colón por 1-0, y el protagonismo del encuentro fue compartido entre los dos futbolistas que se cruzaron en varias oportunidades durante los 90 minutos.
El Huevo le reclamó en una jugada a Maradona, que estaba en el suelo, y el partido comenzó a picarse. Luego Francisco Lamolina dejó pasar un par de jugadas fuertes y en medio de una discusión, le terminó mostrando la segunda amarilla al hombre de Colón que se fue expulsado.
La calentura de la cancha se trasladó a los vestuarios y los protagonistas hicieron picantes declaraciones a la prensa. "Maradona manejó el partido. Lo que diga cuando escuche esto no me importa un carajo. Quisiera tenerlo enfrente a ver si me dice las cosas como me dijo que me iba a agarrar después del partido. Yo me la banco, lo iría a buscar hasta la casa", disparó Toresani a los micrófonos post partido.
Claro que Maradona no dudó en responder a esta chicana y, como siempre, se quedó con la última palabra en una frase que quedó en la historia: "A Toresani le dije en la cancha que yo vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso. No tengo ningún problema en que me venga a buscar y que me venga a buscar, porque estoy cansado de los de pico, cansado de los de pico, que de acá, de acá, son todos guapos, pero cuando hay que poner la cara se ponen a separar. Toresani no existe, lo espero en Segurola y Habana 4310, séptimo piso, a ver si me dura treinta segundos".