Horacio Sala, padre del jugador Emiliano Sala, falleció este viernes en la ciudad de Progreso. El hombre murió a raíz de un infarto, y su fallecimiento se produjo a tan solo tres meses de la trágica desaparición de su hijo, tras un accidente aéreo.
Este hecho reavivó las interrogantes sobre la relación entre cuerpo y mente, y cómo una situación de stress puede influir de forma negativa en el organismo. El cuerpo siempre nos habla, y lo cierto es que muchos estudios confirman que, en general, el stress psicofísico aumenta entre un 30 y un 40% el riesgo de sufrir un infarto. Y en el caso del padre de Emiliano Sala, quien transitaba la depresión de la primera etapa del duelo, la posibilidad de acrecienta aún más todavía.
"Como uno percibe los eventos vitales, se traslada al cuerpo en función de la genética, la predisposición y otros factores de riesgo. Algunos lo hacen a nivel digestivo, y el cáncer tambien está vinculado a ese tipo de problemas vitales y otras patologías", indicó por Todo Pasa Guillermo Heredia, médico cardiólogo dedicado al estrés.
El especialista remarcó que las situaciones de stress y los trastornos físicos están completamente vinculados: "En la mitad de los casos que se atienden en consultorio, las situaciones de vida se traducen en síntomas físicos". A veces son sólo síntomas frecuentes como palpitaciones, pero otras veces se traslada a enfermedades más graves.
Además, Heredia dijo que no hace falta que el sufrimiento se dé por un caso extremo como la pérdida de un hijo para que haya consecuencias físicas. "Las pérdidas en general pegan fuerte, y dependiendo de las posibilidades de cada uno, afectan biológicamente", explicó.
A fin de evitar males mayores, es importante que se detecte a tiempo cuando un estado de ánimo está afectando el estado físico. Primero hay que prestarse la suficiente atención para darse cuenta cuando una situación en especial compromete al cuerpo, pero hay otras alarmas a las que atender como la alteración del sueño, la transpiración de las manos, un trastorno digestivo, o contractura muscular, son indicadores de que algo no anda bien.