En agosto pasado, el juez Jorge Pegassano otorgó la libertad con fianza a cinco de los integrantes de la llamada "Banda de Gitanos", sospechada de concretar estafas telefónicas en Santa Fe y otros lugares. La decisión sorprendió e indignó a los fiscales del caso, por las características de los imputados: algunos de ellos ni siquiera tienen una identidad definida o tienen más de un DNI, por lo que el riesgo de fuga era muy alto.
A raíz de ello, los funcionarios del MPA María Laura Urquiza y Leandro Lazzarini apelaron la medida, y en las últimas horas obtuvieron una respuesta positiva en segunda instancia: el magistrado penal Sebastián Creus dispuso la prisión preventiva de los acusados.
No obstante, su resolución no cambia el estado actual de los gitanos, porque nunca dejaron de estar en la cárcel, ya que no pagaron la fianza que se les impuso en su momento, de $1,2 millones cada uno.
Cómo operaban
La banda integrada por un grupo de gitanos, que fue detenida en flagrancia en junio pasado, fue imputada por estafas reiteradas en distintos puntos del país.
Mediante el denominado "cuento del tío" convencían a las víctimas de darles importantes sumas de dinero de la siguente manera: llamaban a una persona, generalmente de edad avanzada, se hacían pasar por un familiar cercano y les contaban que algunos billetes iban a salir de circulación por eso debían entregarlos.
De manera imperativa, insistían con la entrega del dinero, impedían que la víctima corte la comunicación mientras otro integrante de la banda llegaba a la vivienda del afectado a buscar el botín.
En este caso, los imputados fueron cinco: ADT de 37 años; MJT de 31; AT de 59; y RM de 38. Se les suma PT, de quien se desconocen otros datos a raíz de que dijo ser indocumentado. Hasta el momento, se les investigan delitos por 5 millones 600 mil pesos.