Un hombre de 46 años que vive en los Estados Unidos fue noticia luego de que sus médicos le encontraran un extraño síntoma que hacia que su cuerpo genere alcohol.
Él padecía de una confusión mental, mareos y pérdida de memoria, razón por la cual decidió acudir aun especialista para revisar que era lo que lo causaba.
Anteriormente a ello había comenzado a realizar un tratamiento con antibióticos debido a una lesión en uno de sus dedos pulgares del pie. En la visita a los médicos ninguno pudo detectar la cusa de los episodios de olvidos y los dolores de cabeza.
Estas afecciones le generaban una gran complicación en su día a día al punto tal que tuvo que dejar su trabajo. Un psiquiatra asocio sus síntomas a un estado emocional de depresión por lo que le recetó antidepresivos.
El hombre durante un viaje en auto sufre un accidente de tráfico terminando detenido debido a que el control de alcoholemia dio positivo. Las pruebas en el centro mostraron que tenía un nivel de alcohol en sangre de 200 mg / dL, equivalente a haber bebido aproximadamente 10 bebidas alcohólicas.
A pesar del resultado de los estudios él negaba haber consumido alcohol en algún momento del día. Convencido de ello fue un hospital de Ohio, par que le realizen nuevamente las pruebas.
En chequeo general los valores no dieron ningún tipo de lectura por fuera de lo normal, exepto por su muestra de heces en donde se detectaba la presencia de Saccharomyces cerevisiae (levadura de cerveza) y un hongo relacionado.
Allí los médicos le diagnosticaron que padecía del “síndrome de fermentación intestinal”. Este es una enfermedad producida por la fermentación de un levadura que ingresó al organismo por medio del consumo de almidón. Esta en conjunto con los azucares se convirtierte en etanol (alcohol).
Los investigadores Cordell y McCarthy, fueron los responsables del descubrimiento de esta enfermedad y expresaron sobre su hayasgo: “es crucial que se reconozca porque estar borracho conlleva muchos efectos negativos, como la pérdida del trabajo, las dificultades de relación, el estigma e incluso el posible arresto y encarcelamiento. A los proveedores de atención médica les correspondería escuchar con más atención al paciente intoxicado que niega ingerir alcohol. Hasta ahora solo ha habido alrededor de cinco casos de la afección en los últimos 30 años”.