Cuando los profesionales de la salud que trabajan en la clínica Sagrada Familia, ubicada en Av. Rivadavia al 3100 de la ciudad de Santa Fe, llegaron el viernes pasado a realizar sus tareas se encontraron con las puertas cerradas y ninguna explicación.
Con el correr de las horas, la incertidumbre iba aumentando. Algunos trabajadores se quedaron dentro sin abandonar sus puestos de manera pacífica, situación que se mantiene hasta este lunes ya que se van rotando a la espera que se resuelva la situación.
Desde ese mismo viernes, tomó intervención el Ministerio de Trabajo convocando a los titulares del sanatorio y representantes gremiales.
Juan Manuel Pusineri, secretario de Trabajo de la provincia sostuvo que todos están muy sorprendidos porque los empresarios nunca le comunicaron ni al Estado, ni al sindicato la situación que atravesaban. El funcionario, también agregó en diálogo con LT10 que los dueños de la clínica "violaron todas las legislaciones laborales vigentes ante un cierre y despido masivo".
En tanto, a la nueva audiencia que se celebró este lunes al mediodía en la sede del ministerio los titulares del centro de Salud no se hicieron presentes.
Por otro lado, los trabajadores denunciaron que comenzaron a recibir en sus domicilios los telegramas de despido. "Una empresa debe anunciar con debida anticipación el despido de los empleados", dijo Pusineri ante esta noticia.
ATSA y la defensa de los trabajadores
María Angélica López, secretaria adjunta del gremio, confirmó que la empresa no se presentó en la audiencia y desde el ministerio pautaron una nueva fecha para un encuentro entre partes, que será este martes a las 7.45 horas.
Además, informó que la cartera laboral solicitó "para la comparecencia del doctor Esteban De Giovani el auxilio de la fuerza pública" debido a que se trata de la segunda citación a la que no concurre.
En cuanto a los telegramas de despido, López señaló que comenzaron a recibirse este lunes pero por el momento no alcanzó a todo el personal. "El escrito dice que es 'atento a la falta de trabajo' lo que lo hace una causa de despido inexistente porque la falta de trabajo no es imputable al empleado", sostuvo.
En ese sentido, remarcó que el titular de la clínica "debería haber agotado todas las instancias previas al cierre para ver si se podía revertir la situación".