Siempre se dijo que comer frutas con cáscara es lo más recomendable, ya que pelarlas provoca que pierdan nutrientes y vitaminas. Sin embargo, los últimos estudios descubrieron que no existe tanta diferencia entre comer fruta con o sin piel.
La Fundación Cesnid analizó las diferencias entre comer pera, manzana, melocotón y níspero con o sin cáscara. Descubrió que tanto la pera como el níspero no presentan diferencias en cuanto a su valor nutricional de una u otra forma. En el caso de la manzana, tampoco hay cambios significativos. Con respecto al melocotón, la piel contiene vitamina A, pero la propia fruta ya aporta una cantidad significativa aunque se consuma sin piel.
Estas evidencias confirman que no pasa nada por consumir fruta sin piel. “Pelar una fruta no elimina sus nutrientes ni vitaminas, tampoco su aporte de fibra”, señaló la organización y consignó 20 Minutos.
A eso se suma que existen circunstancias en las que es mejor quitar la cáscara antes de comerla. Este es el caso de aquellas cuya piel es más dura, como la banana, naranja, kiwi, entre otros tipos de frutas similares. Ocurre que su sabor puede resultar desagradable para el paladar y puede ser difícil masticar e ingerir.
Por las dudas, siempre es recomendable lavar las frutas antes de ingerirlas para eliminar residuos de plaguicidas, suciedades y restos de tierra que pueden aportar al alimento bacterias, virus, parásitos y contaminantes como el plomo. En el caso de que no sea posible lavarlas, es mejor pelarlas.