Muchas veces se escucha decir a las víctimas de inseguridad que los delincuentes o atacantes que los agreden "estaban drogados". Si bien es una frase común, que ya está naturalizada, pero qué hay de cierto en ella.
Según un seguimiento que están realizando desde el área de Toxicología del hospital Cullen, de la ciudad de Santa Fe, hay un vínculo estrecho en los pacientes que llegan heridos con las drogas, puntualmente que ingresan politraumatizados, con lesiones de arma blanca, de armas de fuego, y sospecha de intoxicación, detalló Carlos Mastandrea, jefe del servicio.
Así lo demuestran los análisis toxicológicos practicados en casi 800 casos atendidos durante 2019. "Los profesionales del nosocomio estamos haciendo un seguimiento de este tipo de casos para llevar una estadística. Le hacemos de forma rutinaria a todos estos pacientes, desde 2018, una nuestra de orina para investigar el consumo de drogas", explicó Mastandrea.
El informe demostró que el año pasado tres de cada cuatro pacientes heridos de arma blanca o de fuego habían consumido alguna droga, y la más detectada en el 80% de los casos fue la cocaína.
"Esto fue llamativo, y está hablando de una triste realidad, que en el seno de nuestra sociedad está metida la cocaína, una sustancia que considero de mayor peligrosidad por su grado adictivo y la capacidad de generar dependencia y daños irreversibles en el sistema nervioso", remarcó el médico.
En cuanto a las pruebas y a las cifras en sí indicó que no se sorprendieron por el resultado de las pruebas. "Si bien es impactante el resultado, nosotros lo veníamos observando. De todos modos, notamos un incremento en los últimos años de la relación entre algunos reincidentes y el uso de sustancias".
La mayoría de los pacientes que habían consumido drogas están en la franja etaria que va desde los 20 a los 30 años, y se comprobó que incluso había consumo asociado de varias sustancias. "A veces hasta tres compuestos distintos identificamos: cocaína, más marihuana, más algún psicofármaco", precisó Mastandrea.