Rubén Capria fue un exquisito volante zurdo. Dueño de una impresionante pegada, en el fútbol argentino demostró su talento en Estudiantes de la Plata, Racing, Chacarita, Lanús y Newell´s, además de brilló en Cruz Azul, Unión Santa Fé, Barcelona de Ecuador, Universidad Católica y Peñarol en el exterior del país. Es sabido que como cuando jugaba, lo distingue su manera de ver y entender el fútbol.
Algunos lo llamarán lírico, lo cierto es que el Mago defiende también con uñas y dientes sus ideales: "El éxito es un gran impostor. A veces hay éxitos que te hacen retroceder 100 años. Yo detesto la frase ganar como sea", afirmó en la famosa sección Libero VS.
Por otra parte agregó: "En el deporte hay que tener buenas armas y ganar por el camino correcto", siempre fiel a su estilo.
Cuando se lo quiso vincular con la escuela de Estudiantes, club donde se formó dentro del fútbol no dudó: "Mi escuela es mi familia. Además Estudiantes cuando salió campeón siempre tuvo grandes equipos, eso se lo discuto a cualquiera, si quieren vamos a los archivos y fijense como jugaba el Estudiantes campeón del `82, el del Naciona B ´94-95, el campeón del 2006", aseguró desafiante.
Por último manifestó: "Aunque no lo quieran reconocer algunos personajes, la verdad es evidente y el camino para ganar es jugar mejor que el rival", reafirmó.
Por último dejó un concepto de lo que es hoy ser entrenador en nuestro país: "Hoy reafirmó que ser técnico en la Argentina es entrar en una picadora de carne. Yo hay cosas que no las hago, hay estructuras en las cuales no voy a participar", finalizó.