Nazareno Bazán, sobrino de Daniel Bazán Vera, fue contactado por el manager Martín Zuccarelli para llegar a Unión. Hoy se encuentra jugando en Universidad Católica de Ecuador y en diálogo con Diez en Deportes por LT10, reconoció el contacto y contó las ganas de ponerse la rojiblanca.
"El fútbol es un juego colectivo, en mi posición tengo que definir las jugadas pero hay un gran esfuerzo de mis compañeros que hay que valorar", comenzó contando sobre sus características de juego.
Cuando se hizo referencia a las condiciones futbolísticas de su papá Oscar, reveló: "Los amigos de mi papá decían que era un crack, él también (risas), que era un estilo Riquelme. Saque muchas cosas de ellos y aprendí muchas cosas de los dos, hasta hoy en día. Mi viejo tiene 50 años, no se puede mover, pero algo le queda de talento".
En cuanto a la presión que tendría de llegar a Unión por el apellido Bazán Vera y dijo: "De chico íbamos todos los partidos, cada vez que vamos a Santa Fe o me tocaba jugar con Vélez, algún dirigente o los hinchas me hablaban bien de mi tío. Siempre mirábamos los partidos, los goles, eso enorgullese y te da ganas de seguir por ese camino".
"Fue una decisión difícil, pero nunca dudé de venir. Pero tuve que dejar a mi familia, vine a triunfar, a realizar mi carrera, era para mejorar y madurar. Vine por un objetivo, cuesta, extraño muchísimo, pero esto es un paso para estar cerca de mi sueño", dijo sobre su estadía en Ecuador.
Mientras que luego, agregó: "Lo que más me costó fue despedirme de mi familia, pero desde el momento que me subí al avión me puse en la cabeza que estaba siguiendo un sueño, extraño y ahora más con la cuarentena. A Católica lo considero una familia, no tiene mucha gente, pero nos conocemos entre todos, el técnico armó un plantel donde primero hay que ser una buena persona, buen compañero, eso me ayudó mucho más. Hay cinco argentinos que me ayudaron a adaptarme, eso me hizo mucho más fácil".
Sobre la chance de llegar a Unión y el contacto con Martín Zuccarelli, tiró: "Mi papá me dijo, no sé si se comunicaron con mi papá o mi representante. Es una ilusión, pero me llegó otra propuesta, quien dice que el día de mañana no termine jugando en Unión. Esto me da ganas. Trato de no meterme en esas decisiones, las toma mi representante y mi papá, lo que yo hago es jugar al fútbol. Yo solo quiero disfrutar el fútbol. Mi sueño es comprarle la casa a mi mamá, me acuesto todas las noches pensando en eso".