Si tras un consumo excesivo de alcohol te levantás de la cama con fuertes palpitaciones, sudoración o mareos puede que estés sufriendo el denominado síndrome del corazón festivot.
Son alteraciones del sistema eléctrico del corazón causadas por la ingesta excesiva de alcohol en corto espacio de tiempo y que producen arritmias cardiacas. Afecta sobre todo a gente joven que no ha tenido ningún problema cardiaco previo.
La arritmia que se manifiesta y que se asocia con este síndrome es la fibrilación auricular que no es típica de la gente joven y que aparece por el efecto que produce en el corazón el consumo de grandes cantidades alcohol y en un periodo de tiempo muy corto.
Suele aparecer más en hombres que en mujeres, sin antecedentes de problemas cardiacos y con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años. También pueden favorecer su aparición otros factores como la predisposición individual a padecer arritmias, la deshidratación, el cansancio o la mezcla de alcohol con otras sustancias tóxicas o excitantes.
Los síntomas característicos de este síndrome, son la aparición de palpitaciones que el paciente suele describir como latidos cardiacos acelerados o irregulares, aunque también pueden aparecer dolor torácico, cansancio, debilidad o ahogo. Estos aparecen a las horas de haber consumido grandes cantidades de alcohol, normalmente cuando se levanta y ve que se fatiga con pequeños esfuerzos, por lo que se suele alarmar.
Se trata de un problema leve y desaparece por sí solo sin necesidad de tratamiento farmacológico. En la mayor parte de las ocasiones se resuelve cuando desaparecen los efectos del factor desencadenante (el alcohol). Basta con comer bien, hacer reposo y mantener una buena hidratación para que el síndrome de corazón festivo desaparezca.
Aun así, se aconseja acudir al médico igualmente para descartar otro tipo de problemas más serios, ya que en pacientes con factores predisponentes podría desencadenar otras complicaciones como embolismos o infartos.
Igualmente es importante acudir al especialista porque en personas con una cardiopatía de base, el consumo elevado de alcohol y las arritmias que lo acompañan pueden desestabilizar una cardiopatía que ya estaba controlada y desencadenar un cuadro de insuficiencia cardiaca grave que se debe tratar cuanto antes. Así, para descartar cualquier otro daño mayor, será necesario monitorizar al paciente y hacerle un seguimiento.
Para evitar que se produzca, beber alcohol con moderación, llevar una dieta sana y equilibrada y realizar ejercicio físico. Es importante no abandonar estos hábitos durante las fiestas. Además:
– Cocinar de forma saludable y evitar las grasas.
– Comer frutas, verduras y hortalizas.
– Reducir la sal en las comidas.
– No repetir postre y huir de los excesos.
– No picar dulces entre las comidas.
– No irse a la cama inmediatamente después de hacer una comida copiosa.
– Beber mucha agua.
– Realizar ejercicio suave diariamente.
– No olvidar la medicación diaria.