El embarazo produce muchos cambios en el organismo y la piel no es una excepción. Ésta también deberá tener un cuidado especial durante los nueve meses de gestación y para después de dar a luz.
En esta etapa la barriga gana volumen para ir haciendo espacio y tu piel tiene que adaptarse a la nueva silueta. Para ello tendrá que estirarse, lo que puede facilitar la aparición de estrías. Una vez han aparecido no pueden eliminarse por completo.
Una manera para intentar evitarlas es hidratando bien la piel para impedir que al estirarse se rompa con más facilidad. Otra forma es ganar peso progresivamente y controlar bien la dieta Beber mucha agua ayuda a sentirte hidratada, a hacer que tu piel sea más flexible y a controlar la sensación de hambre.
Si estás embarazada durante el verano será normal que te aparezcan más manchas marrones en el rostro, a modo de pecas, por la exposición al sol. Esto es porque las hormonas se encuentran en un constante cambio. Se suelen marchar tras dar a luz y durante el invierno, pero si querés evitarlas lo mejor será que te pongas una alta protección solar en el rostro y evites la exposición directa al sol hasta después de dar a luz.
Es común también empezar a tener piel de naranja tanto en el trasero como en las piernas. Esto sucederá porque se pasará más horas sentadas de lo normal, la ropa empezará a apretar a medida que vaya aumentando de peso y probablemente cambies tu dieta por llegar a tener muchos antojos.
Una de las maneras de intentar evitar la celulitis o la piel de naranja será una dieta sana y equilibrada y pasear a diario o hacer ejercicio moderado. Podés consultar con tu médico cuánta cantidad podés realizar al día sin hacer daño a tu bebé en gestación ni intervenir en su proceso de crecimiento dentro de tu estómago.
En cuanto notes que la ropa te empiece a apretar, adaptala a la nueva forma de tu cuerpo o comprá ropa nueva. Es importante que no te aprieten en exceso, ya que eso no será bueno para tu bebé ni para tu piel, puesto que de este modo favorecés la aparición de celulitis.
Es esencial que protejas tu piel contra el frío y el calor. Si no te abrigás demasiado, además de afrontar enfermedades comunes durante el invierno como la gripe o los resfriados, te pueden aparecer sabañones o resecar la piel en exceso. Aplicate crema hidratante en cuerpo y rostro.
En los meses de más calor no te abrigues demasiado, puesto que podrán aparecerte manchas rojas o granitos debido al calor y al sudor. Si tus prendas no transpiran puede que se te creen hongos al albergar la humedad en un mismo sitio durante mucho tiempo.
No dudes en consultar con tu médico o farmacéutico en cualquier caso que creas que tu piel no está reaccionando del modo esperado y si querés evitar futuras marcas y manchas. Adaptar tu alimentación y hábitos de vida será clave para tener una piel sana y cuidada además de la aplicación de cremas hidratantes y de realizarse masajes en las zonas en las cuales sea necesario.