Las altas temperaturas hacen que debamos tomar ciertas precauciones para evitar un golpe de calor , que es el aumento de la temperatura corporal como resultado de una exposición prolongada al sol o ejercitación en ambientes calurosos o con poca ventilación que genera una importante pérdida de agua y sales esenciales.
Principales indicadores
-Temperatura corporal de 39º C o más. -Piel roja, caliente y seca (algunos pueden sudar).
-Sed intensa y sequedad en la boca.
-Sensación de calor sofocante.
-Calambres musculares.
-Agitación.
-Dolor intenso de cabeza o mareos.
-Dolor de estómago.
-Confusión o pérdida de la conciencia (desmayo).
Cómo actuar
Si creés que alguien está sufriendo un golpe de calor, llamá a emergencia de inmediato. Mientras llega la ayuda:
-Movélo un lugar con sombra.
-Usá agua para refrescarlo (si es posible sumergilo en una bañera con agua fría, rocialo con una manguera, o usá una esponja con agua fría).
-Continuá enfriando el cuerpo hasta que la temperatura se mantenga entre 38.3º y 38.9º C.
-Si puede beber en forma segura, dale líquido sin alcohol.
Personas de riesgo
Visitá a los adultos que estén en riesgo por lo menos dos veces al día para ver si dan muestras de agotamiento o de un golpe de calor. Los bebés y los niños también requieren una vigilancia frecuente. Los grupos de riesgo son:
-Bebés y niños de hasta 5 años.
-Personas de 65 años o más.
-Personas con retraso o cualquier otra enfermedad mental.
-Enfermedad física: obesidad, afecciones cardiovasculares y respiratorias, hipertensión.
-Quienes realizan un esfuerzo físico en ambientes calurosos o húmedos (atletas, personal militar y trabajadores al aire libre).
-Quienes toman medicamentos que interfieren con la capacidad del cuerpo para enfriarse (antipsicóticos, tranquilizantes, antihistamínicos, antidepresivos, betabloqueantes, pastillas para dormir).