Este 26 de marzo se celebra el Día Mundial de la Prevención de Cáncer de Cuello de Útero. Como cada año, se recuerda la importancia de realizarse los controles de salud para prevenir esta enfermedad que en Santa Fe, es la quinta causa de muerte por cáncer en mujeres.
El cáncer de cuello de útero se produce por una infección persistente del Virus del Papiloma Humano (HPV), un virus de transmisión sexual para el que existe una vacuna que previene sus genotipos más frecuentes. Niños y niñas a sus 11 años debe recibir, gratuita y obligatoriamente, dos dosis de esta vacuna. Por otro lado, las mujeres deben realizarse con cierta frecuencia el Papanicolaou (PAP), un estudio que sirve para detectar posibles lesiones que pueden convertirse en cáncer de cuello de útero con el paso de los años.
Entre los 25 y los 65 años, o bien a partir del 3er año de iniciadas las relaciones sexuales, las mujeres deben hacerse este estudio. Anualmente al principio, y cada tres años cuando los dos primeros anuales son negativos. El Papanicolaou es un estudio que sirve para prevenir y detectar tempranamente el cáncer de cuello de útero, aumentando así las posibilidades de cura hasta un 90%.
En ese marco, y facilitando el acceso a los controles de salud, la Agencia de Control del Cáncer organizó una campaña de PAPs y Vacunación en distintos puntos de la provincia de Santa Fe. Unos 40 Hospitales y Centros de Salud de distintas localidades están realizando, desde el 22 y hasta el 31 de marzo, consultorios de PAP y vacunación contra HPV sin turno previo.
Los controles de salud disminuyeron notablemente durante 2020 debido a la pandemia que aún atravesamos, y los controles ginecológicos no escaparon a esta realidad. “Si comparamos los períodos que van desde el 20 de marzo del 2019 al 31 de diciembre de 2019, y el mismo período del 2020, observamos que se tomaron el 60 % menos de los PAP con respecto al año anterior”, destacó Graciela López de Degani, directora de la Agencia de Control del Cáncer.
El VPH es un virus que afecta a todos, directa o indirectamente, ya que es muy común. Se estima que el 80% de las personas se contagian al menos una vez en algún momento de su vida, y si bien la mayoría de los organismos resuelven solos esta infección, cuando no sucede se producen infecciones persistentes que pueden provocar lesiones con el paso del tiempo. “Por eso es importante remarcar que tener HPV no quiere decir que tendrás cáncer, pero si el virus provoca cambios en el cuello del útero hay que descubrirlos y tratarlos”, destacó López de Degani.
Estrategias por regiones
En el marco del Día Mundial de la Prevención de Cáncer de Cuello de Útero, el Ministerio de Salud y su Agencia de Control del Cáncer, organizaron el pasado martes 23 de marzo una reunión de evaluación y coordinación de la Red de Tamizaje de cáncer de cuello de útero en zona sur. De la convocatoria participaron los jefes de servicios de Ginecología y Anatomía Patológica de los hospitales Centenario, Provincial y Eva Perón, además de las autoridades de los Laboratorios de PAP de zona sur y del área de salud de la Mujer de la Secretaría de Salud Pública de Rosario.
Con el objetivo de reforzar los controles preventivos como lo son el Papanicolao y la vacunación contra HPV para niños y niñas de 11 años, la Agencia de Cáncer organizó mesas de trabajo por regiones para pensar estrategias conjuntas y alcanzar cada vez mayor cobertura en estrategias de prevención.
“En el departamento Rosario se diagnosticaron 421 casos de cáncer de cuello de útero durante el año 2019, a partir de un resultado patológico de un Papanicolaou. En el 2020 los diagnósticos de este tipo de cáncer fueron 99 en el mismo departamento. Este número no refleja una baja en la incidencia, sino que muestra que las oportunidades de tamizajes perdidas crecieron exponencialmente durante la pandemia”, destacó en la reunión López de Degani.
Reforzar el tamizaje de la población objetivo es central en la estrategia de prevención, así como potenciar acciones de vacunación en niños y niñas pensando en el futuro.