"Éramos nosotros solos ese día". Con esta frase comenzó la charla exclusiva Guillermo Ortiz recordando la última victoria de Colón en el Clásico, el pasado 18 de marzo de 2017 en el estadio 15 de Abril. Esto en la previa del duelo del domingo que viene en el Brigadier López, por ahora a las 17.15, con transmisión de LT10 AM 1020 y FM "X" 103.5 y correspondiente a la 13ª fecha de la Copa de la Liga Profesional.
El hoy zaguero de Atlético Tucumán, remomoró esta victoria 2-0, con un gol suyo y otro de Yamil Garnier: "Vengo de una ciudad futbolera (Rosario) y me tocó jugar el clásico de Santa Fe y ahora estoy viviendo el fútbol en Tucumán. Es un partido que forma parte del folclore argentino. Sobre ese Clásico, ssiempre cuento lo mismo. Me acerco a (Gerónimo) Poblete y le dije que manden el centro, que estábamos ganando en las aéreas. Fue así como cambió el ejecutor, Tito Torres la tiró y se dio el gol".
"Era el segundo partido de Eduardo (Domínguez) y arrancando el prácticamente el campeonato. Yo justo venía de una lesión y de 25 días sin jugar. Cuando llega a mitad de semana, Eduardo me dijo que iba a ser titular. Por suerte se pudo dar la victoria de visitante después de mucho tiempo", agregó.
Respecto a este tipo de cotejos, explicó: "Uno se va preparando de manera especial. Había jugadores que ya sabían lo que era jugarlo. A medida que se acerca la fecha la ciudad se va preparando. Las cargadas asoman en todos los espacios y te lo empiezan a remarcar. Ni hablar dentro del vestuario. Es un antes y un después en el Clásico. Hace mucho que Colón y Unión no juegan y están parejos y consolidados, por lo que pienso que será un gran partido".
En el final, no le cerró la puerta a una posible vuelta: "El 2 de enero lo llamo a José (Vignatti, el presidente) y le propuse cambiar de aire. Se mantuvieron las charlas por semanas y se concretó el pase a Tucumán. No tengo problemas de contarlo. Tuve tres años con épocas buenas y malas, pero tuve la virtud de ir renovándome dependiendo los entrenadores que hubo. La gente a veces se cansa de ver las mismas caras, como pasa en todos los equipos. Creo que me fui bien, porque la gente me reconoció. No pienso en una revancha, porque estoy tranquilo por lo que di en Colón. Me quedó nomás la espina de cumplir los 100 partidos en el club. Pero quizás en el futuro el camino nos vuelva a unir".