Colón se prepara, con varios inconvenientes por los casos masivos de coronavirus, para comenzar la defensa de su título, logrado en la Copa de la Liga Profesional, frente a River, a quien visitará el domingo 18 de julio, a partir de las 18, en el estadio Monumental.
El profe Pablo Santella habló con Diez en Deportes por LT10 (AM 1020) sobre lo que fue el título logrado en el primer semestre del año, como así también hizo un repaso del segundo ciclo de Eduardo Domínguez al frente del plantel y se refirió a los nuevos desafíos que se proponen.
En el arranque de la charla, comenzó diciendo: "Tuvimos en estos días lidiando con el Covid, que nos llevó a reprogramar cosas para que se pueda trabajar de forma diferenciada en burbujas. El médico por ahora está evaluando. Ya hay algunos con síntomas. Por eso la estrategia pasa por dividir los grupos. Eso depende de la fecha de cuándo empezaron con los síntomas. Creo que llegarían al partido con River, pero hay que esperar más detalles del médico".
En cuanto al título que logró Colón en la Copa de la Liga Profesional, reflexionó: "Ojalá que este sea el puntapié para que pase tanto tiempo para que pueda lograrse de nuevo. En lo personal, es una alegría inmensa. Cuando uno se dedica al fútbol, a veces no llega o llega tarde. Compartirlo con mi familia es lo que mejor me hace sentir. Es un premio que logramos junto a un club que hacía tanto que lo venía buscando. Entonces se magnifica todo. Coincidimos todos en un momento histórico".
En cuanto a la historia que tiene su apellido en Colón, ya que su papá Julio también trabajó en el club, destacó: "Mi viejo tiene recuerdos muy presentes de su pasó por acá. Yo tenía un año cuando estuvo. Lo único que hice después del triunfo fue llamarlo para decirle que ahora le estoy pisando los talones (risas). ¡Tiene como 20! El viejo está realmente muy contento y lo sintió casi como propio también".
Pero no se quedó allí, y volvió a la importancia del título logrado en Colón: "Acá en Santa Fe estamos lejos de la familia y es complicado. Todo tiene un gran valor propio y se puede decir que valió la pena".
En cuanto a las diferencia que ahora hay en su trabajo, ya que está encargado de preparar desde lo físico al campeón del fútbol argentino, opinó: "Nosotros lo tomamos con naturalidad al trabajo. Venimos con las mismas energías y ganas. Lo que sí, diciendo que seguimos al técnico en lo que piensa, es que entrenamos a los campeones. Entonces en este proceso tenemos en claro que debemos esforzarnos más para estar a la altura de donde nos metieron los muchachos. Todo será más exigente. En ese tenemos que ir naturalmente para no pisar el palito. Hay que convencer al jugador y potenciarlo".
"Todo este prejuicio que se hablaba, el técnico no lo veía. Por lo menos a mí nunca me la deslizó. Él siempre estuvo convencido y veía potencia, por más que era una extensa campaña. El cuerpo técnico siempre está bajo el ojo del entrenador y lo tenía claro. Entonces nos entusiasmó. Así fuimos todos a la guerra. Entendimos que este era el camino y lo buscamos", destacó Pablo Santella en otra parte de la charla.
En cuanto al trabajo desempeñado en el útlimo año, con la pandemia del coronavirus en el medio, reeló: "Para mí lo que dejó esta etapa de entrenamiento diferente, es el profesionalismo del jugador. Hoy un pibe de 17 años tiene cuatro o cinco cosas para entrenar en su casa. Como que le agrega más trabajo a sus momentos libres. Ahora que interactuamos, pudimos ver a jugadores más autosuficientes".
Y agregó: "Uno cuando entrena deportistas, a veces impacta o no. Pero sí depende mucho de cómo se generan las cosas. Siempre recibimos un buen ida y vuelta con el jugador y en ese sentido estamos muy agradecido al esfuerzo que hicieron los muchachos en este plan. Los jugadores no hacen quedar muy bien y me siento satisfecho al ver la respuesta de ellos dentro de la cancha, porque este es un plantel con entrega".
También se le pidió una referencia de Domínguez como DT, y afirmó: "Eduardo no es más de lo que se ve. Es muy trabajador, un tipo serio, responsable, bien tipo y que se comunica en todo momento con el jugador. Es honesto, creíble y que te abre las puertas. Cualidades importantes para todo conductor. Permanentemente se está formando y buscando maneras de perfeccionarse en todo sentido. Es muy curioso en eso. Se maneja con mucho criterio para tomar decisiones. Con un jefe así es mucho más fácil (risas)".
Luego, contó cómo llegará el equipo al arranque del torneo, tras haber comenzado más tarde la puesta a punto, y destacó: "Tuvimos poco tiempo de vacaciones, terminamos en un nivel alto. Entonces encaramos esta pretemporada, con seis días de trabajo general trabajando con todo el plantel. Son los que creemos necesarios para afrontar la temporada. Estamos muy conformes y esperemos llegar bien".
"Cuando jugás doble competencia, casi no podés entrenar. Es recuperar y jugar. El tema es ver cuánto lo podés sostener, porque no se puede estar 40 días jugando cada tres. Lo que sí, hay diferentes situaciones que se deben contemplar, dependiendo cada jugador", afirmó en cuanto a los nuevos desafíos que se le presentarán al Sabalero.
Por último, cuando se le preguntó si en su objetivo está trabajar en Boca para seguir el legado de su padre Julio, reveló: "No es algo que pienso ir a Boca como mi viejo. Sí me gustaría seguir progresando en esto. Eduardo dijo que nos quedemos acá y coincidimos sin hablarlo. Las motivaciones siempre son lo que sobresale. No tengo grandes aspiraciones de llegar a tal lugar o ganar tanta plata. Cuando hay algo concreto nos dedicamos 100% a muerte. Sería muy lindo ir a un grande algún día, pero no es algo que persigo".