En Unión no hay tiempo para lamentos. La derrota en casa ante Defensa fue un duro golpe, pero la idea es que no haga mella y por eso se dio vuelta la página y ya se piensa en el duelo como visitante del jueves 25, en Sarandí, ante Arsenal por la 22ª fecha de la Liga Profesional.
La actuación le dejó varias lecturas al DT Gustavo Munúa. Por un lado, la entrega del equipo de ir siempre al frente y buscar. Además, gol hay, pero la falta de efectividad es galopante. A eso se agrega que se pagan caro los errores y esto no le permite estar cómodo nunca. Son dos derrotas en fila en un momento crucial y por eso, ente el Viaducto no sirve otra cosa que los tres puntos.
Por ahora, es prematuro pensar en variantes, aunque se podrían dar algunas. En defensa se ven los mayores desacoples, pero esto no quita que sea necesario retocar nombres. El técnico es de la idea de apuntalar una base, pero ante la necesidad de nuevas respuestas, algo tendrá que modificar.
El foco de atención está en si podrá recuperarse Fernando Márquez de la contractura para ser considerado. Lo de Nicolás Blandi parece ser más importante y lo de Dylan Gissi es complejo de dilucidar ante la falta de actividad. Situaciones que generan un análisis bien a fondo del cuerpo técnico, que sabe que lo que se viene puede ser un quiebre definitivo. Desde este lunes, todo se acelerará.