El clásico santafesino se empezó a jugar prácticamente desde el momento que se conoció el fixture. Sobre todo, porque es el partido "de los hinchas", pero en este caso, había mucho en juego, por lo que tenía condimentos especiales.
Por un lado, Unión llegó con la obligación de ganar para tener chances de alcanzar un lugar en la Copa Sudamericana. En tanto el Sabalero lo hizo tras golear a Atlético Tucumán y con la misión de cortar la sequía sin triunfos ante el rival de toda la vida.
En la previa se conoció también la pelota elegida, motivando todavía más los minutos antes de que empezara a rodar la pelota en el templo de la Avenida López y Planes. ¡Qué bocha!