Marcial D’amelio es un obrero, siempre aporta y está a la orden del equipo. Seguramente cuando se retire tendrá su lugar en la galería selecta de ídolo que defendió siempre estos colores de Gimnasia y Esgrima.
A pocos segundos de que el suplementario termine y con el juego igualado en 80, cosechó ese triple en 45 grados que destrabó un duelo complicado y le dio el segundo título del año al equipo de Dorfman.
“La verdad que estoy muy contento, esta vez se me dio a mí, tenía que tirarla después de meter tantas”, confesó en medio de abrazos y besos.
Más adelante añadió que “creo que lo sacamos adelante y demostramos el gran equipo que somos, fue un partido duro y ellos pusieron todo para estirar la serie”.
Antes de volver a celebrar con sus compañeros, no dejó de soslayar que “esto es una gran estructura, hay un gran grupo de personas con ganas de ganar y sacar siempre las cosas adelante”.