En el inicio del juego, se vio lo mejor de Colón en mucho tiempo. Con intensidad defensiva y una eficacia notable. Si bien Echagüe arrancó 7-1, a través del accionar de Rohlerh (6), los rojinegros comenzaron casi con una batería consecutiva de triples para escaparse.
Eseverri (2), Gutiérrez (3) y Cueva (1) en un abrir y cerrar de ojos le permitieron a la formación de Ciprian llevarse el segmento inaugural por 27 a 16.
Claro que todo fue mutando en el segundo parcial. Colón ya no tuvo la misma efectividad, los dos se dedicaron en gran parte a defender de manera zonal. Se erró mucho, el roce empezó a hacerse presente y en ese territorio la visita lo aprovechó.
Metió un parcial de 10-0, con la mano caliente de Riquelme (11), para acomodar los números, cerrarlo 36/32 abajo y dejar abierto el resultado de cara al complemento.
Nuevamente el dueño de casa arrancó con un encomiable trabajo atrás que pudo plasmar en el aro ajeno, esta vez con un picante Cueva (15), bien secundado por Eseverri (13) y Ríos (8). Echagüe no podía correr, tenía problemas en el traslado y dependía de lo que pudiera hacer su foráneo en el poste bajo. Por eso no extrañó el 64 a 49.
Los entrerrianos echaron el resto en los 10’ finales, con un encendido Moreno (12), empezaron a tener un par de tiros a distancia, Colón cayó en un bache por algunos minutos y el triunfo pareció correr peligro. Pero esta vez, nuevamente con la capacidad anotadora de Ríos y Cuevas, el conjunto rojinegro lo atesoró.
En la tabla son dos unidades, pero es dejar atrás una mochila pesada que en el camino se llevó un entrenador. Por segundo partido con equipo completo, dejando atrás inconvenientes y con una imagen renovada, Colón gritó victoria en la Conferencia Norte.