Después del empate ante Fluminense en el Maracaná por la Copa Sudamericana, la delegación de Unión cenó y luego volvió en vuelo chárter hacia Sauce Viejo, donde llegó durante la madrugada. Una noche especial por cómo se vivió el partido y el desgaste lógico por las emociones. Pero no hay demasiado tiempo para relajarse, ya que asoma en el horizonte el duelo ante Defensa y Justicia por la 13ª fecha de la zona A de la Copa de la Liga Profesional.
En Río de Janeiro el equipo mostró otra semblanza y mejoró ostensiblemente en comparación a las últimas presentaciones. Por si fuera poco, le puso fin a la racha de tres derrotas en fila que ponían en jaque los objetivos. En este sentido, las chances de clasificación a nivel local son muy remotas, ya que está a cinco puntos del último que tiene el boleto, con seis por jugar.
Matemáticamente los números le brindan chances y por eso se quieren gastar todas las balas necesarias y no tirar la toalla. Ahora se vendrá un cotejo de exigencia –para variar– en el 15 de Abril, donde Unión se hizo muy fuerte, pese al traspié inesperado ante San Lorenzo. El empuje de la gente será clave para ir por los tres puntos.
Será cuestión de ver cómo terminaron los jugadores físicamente, resaltando que Brian Blasi terminó lesionado y se esperan datos de su cuadro. Se suma a Federico Vera, que se recupera de un desgarro, y a Sebastián Moyano, que viene trabajando diferenciado.
Lo bueno es que a Jonatan Álvez se lo vio bien del tobillo y que Leonardo Ramos tiene el alta. Este jueves, tendrá el alta médica Ezequiel Cañete, en otra buena noticia. Será cuestión ahora de que el DT Gustavo Munúa piense en qué es lo mejor, sabiendo que el jueves cinco se medirá ante Oriente Petrolero en casa por la Sudamericana.