Cuando todavía el ex capitán argentino tenía su cargo en la unión internacional, lanzó una propuesta que tuvo una aceptación parcial en el mundo ovalado: una novedosa competencia global entre los países de Seis Naciones y Rugby Championship más dos emergentes (sería Fiji y Japón), con vía de ascensos y descensos a otras categorías.
Desde hace un tiempo, la idea se viene reflotando y este martes hubo en Dublín una reunión clave para que se pueda llevar adelante el proyecto en los próximos años. Posiblemente a partir de 2026. La idea es que se pueda comunicar formalmente en noviembre.
¿Qué habría para comunicar? Según The Times, una primera división con 12 equipos, que se celebraría en años pares (fuera de RWC y gira de Lions), con una final y dos play offs por ascensos y descensos (una por hemisferio), sin afectar la estructura del Seis Naciones y teniendo en consideración sólo los resultados de las ventanas internacionales.
Los que integrarán el primer bloque serán Argentina, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Australia, por el Rugby Championship, e Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda, Francia e Italia, por el Seis Naciones. Se sumarán Fiji y Japón.
El portal inglés indica que "cada equipo del hemisferio norte jugaría una vez contra un rival del hemisferio sur, ya sea en casa o fuera. Para reducir el tiempo de viaje, las naciones del hemisferio sur se dividirían en dos bloques, y el equipo de menor rango tendría que jugar sus pruebas de julio en territorio neutral".
"Por ejemplo, en el primer año, Inglaterra, Gales e Irlanda podrían realizar una gira en julio y jugar en Nueva Zelanda, Australia y Japón. Por su parte, Escocia, Francia e Italia viajarían a Sudáfrica y Argentina, y Fiji decidiría en cuál de estos dos países quiere disputar sus partidos. En noviembre, los encuentros se cruzarían, con Inglaterra recibiendo a Sudáfrica, Argentina y Fiji".
Los dos mejores equipos después de esos seis partidos se enfrentarían en una gran final. También se produciría el dramatismo de dos eliminatorias de descenso contra equipos de una segunda categoría en la que participarían Samoa, Tonga, Estados Unidos, Canadá, Uruguay, Chile, Namibia, Georgia, Rumanía, España, Portugal y Países Bajos.
Las giras tradicionales volverían en los años de Lions y los equipos más destacados de la segunda división serían recompensados con mejores tests. La estructura prevé que equipos como Inglaterra, aunque sin sus jugadores de los Lions, jueguen una serie en Samoa o Tonga. También permitiría a Francia jugar una serie completa contra Sudáfrica, Nueva Zelanda o Australia mientras el combinado británico-irlandés está de gira.
El objetivo de la reunión de Dublín -que precederá a la votación de World Rugby para confirmar las naciones anfitrionas de las Copas del Mundo masculinas y femeninas hasta 2033- es impulsar una mayor alineación en el proyecto entre las uniones del hemisferio sur. SANZAAR se ha debilitado en los últimos años, ya que Argentina, Sudáfrica y Japón ya no forman parte del Super Rugby.
Los dos mayores obstáculos para la ratificación de la competición mundial son un acuerdo sobre cómo compartir los ingresos, ya que el modelo reemplazaría el sistema actual por el que la nación anfitriona se queda con todos los ingresos, y los planes para un fin de semana de finales en noviembre.