Todavía no finalizó la temporada y la danza de nombres ya comenzó a sonar en Colón. No solo de los que pueden irse, sino también de los que pueden llegar, algo lógico ya que el próximo torneo arrancará el 3 de junio y el Sabalero afrontará su último partido ante Peñarol en Uruguay el 25 de mayo por la Libertadores. Es decir, la semana siguiente y sin la tradicional pretemporada.
El 23 de mayo se abre el libro de pases –en otra de las particularidades de este fútbol argentino, ya que los contratos expiran el 30 de junio– y varios comenzaron gestiones. La dirigencia santafesina, junto a la dirección deportiva, tiraron "varios centros" por refuerzos. Muchos ya fueron descartados y otros están ahí.
Por lo que pudo saber Diez en Deportes en el sondeo general, en la mayoría de los casos, las distancias económicas fueron el principal condicionante, como el caso de Leonardo Gil, con un salario en dólares mensual imposible de afrontar. Actualmente está en Colo Colo de Chile y cobra del uno al 10, algo que no se da así en Argentina.
Lo de Domingo Blanco, pronto a quedar libre en Independiente, es otro jugador que le interesa al DT Julio Falcioni, pero la distancia en lo monetario es cuantiosa. Además, que preferiría quedarse en Buenos Aires, factor que siempre pesa para los equipos del interior. El Emperador quiere jugadores jóvenes para proyectar, lo que complica también la meta de incorporar, porque suelen ser los más costosos o solicitados. Ante esta idea, también quedarían fuera de carrera Guillermo Acosta, que se irá de Atlético Tucumán.
Por ahora, es más ruido que otra cosa, pero lo que parece una fija es que Rodrigo Aliendro y Federico Lértora se irán. Hay intentos por retener a Christian Bernardi, con el que habría una luz de esperanza. Detalles que se van conociendo, cuando en Colón todavía quedan dos partidos por delante.