El juez penal Nicolás Foppiani decidió este miércoles por la tarde que el presidente de Vicentin, Omar Scarel, quede en libertad. El directivo estaba detenido desde el lunes acusado por los fiscales de desobedecer una cautelar judicial que le ordenaba no poder vender activos sin autorización previa al acordar la venta del 33% por ciento de sus acciones en la aceitera Renova la multinacional Viterra.
Scarel quedó imputado y seguirá el proceso en libertad pero avanzará la investigación sobre su presunta desobediencia a la disposición judicial de no innovar. Eso si, Foppiani le puso una cautelar de 500 mil dólares (ampliando la que ya tenía todo el directorio, imputado por estaf. por 10 millones de dólares). Como opinión, el juez dijo que le "cuesta creer pensar una maniobra tan burda" como la denunciada "cuando el proceso está a la vista de todos".
La audiencia arrancó con el fiscal Sebastián Narvaja mostrando un contrato de venta del 33% de las acciones de Vicentin a Viterra firmado el 2. de abril de este año por 310 millones de dólares. Y denunció que esa operación fue en abierta "desobediencia consumada" de la prohibición de venta de activos de Vicentin firmada por el juez Foppiani el 18 de septiembre de 2020.
A su turno, Omar Scarel tomó la palabra y aseguró que Vicentin no vendió esas acciones. "Fue un acuerdo de transferencia sujeto a condiciones", dijo. Y resaltó que, entre esas condiciones, estaba el levantamiento de las cautelares penales y administrativas.
Scarel contó que la venta de acciones se pensó para mejorar la oferta de pago a proveedores. Y detalló que esa posibilidad fue informada en el concurso y avalada por directores y por sus accionistas en asamblea. Y enfatizó que tenía plazo hasta la audiencia del 22 de junio para presentar en el concurso toda la oferta condensada, "que incluía la venta para tener más cash inicial, siempre a referéndum de la homologación concursal y el levantamiento de cautelares".