Colón encara un nuevo proyecto diferente de la mano del director deportivo Iván Moreno y Fabianesi. La dirigencia lo tenía apuntado para cambiar un poco las formas, pero como se complicó la lucha por el ascenso, se aceleró su llegada. Hubo importantes decisiones, pero ya el rendimiento iba en declive y no hubo forma de revertirlo.
Igual, para el Torero esto no fue un freno ni mucho menos, ya que tenía una idea clara para desplegar y apostó por una refundación deportiva. Se armaron diferentes espacios con gente capacitada y se eligió a Ariel Pereyra como entrenador, para su primera experiencia como cabeza de grupo.
Hubo una importante depuración, un poco por necesidad y otra por convicción, y fueron llegando caras nuevas. Incluso, cambiaron los referentes y líderes, pero con un denominador común: la experiencia. Más allá del recambio, el promedio de edad sigue alto.
Se fueron Paolo Goltz (39 años), Javier Toledo (39) y Sebastián Prediger (38), por citar ejemplos, y llegaron Marcos Díaz (39 años), Emmanuel Gigliotti (37), Guillermo Ortiz (32), Facundo Sánchez (34) y Gonzalo Bettini (32). También con otra brecha Nicolás Thaller (26), Brian Negro (27) y José Barreto (24). Pronto a volver Facundo Castet (26).
A ellos hay que agregar a Federico Jourdan (34) y Christian Bernardi (34), que venían del ciclo pasado. Un plantel con marcada experiencia para empujar a la sangre joven que viene, pero que también puede ser un factor preponderante en un torneo tan largo.
Pero también es cierto que depende también de cada jugador, ya que Goltz pese a su edad solo se perdió un partido en 2024 y por suspensión. Todavía le faltan piezas a esta plantel de Pata Pereyra, pero la tendencia es clara.