Asus 32 años (nació el 14 de octubre de 1989), Ramón Darío Ábila ya no es aquel pibe que se quería llevar el mundo por delante. Que, a veces, cometía errores por tener un carácter muy especial. Por ir siempre al frente.
Lo demostró este miércoles 29 de junio del 2022 vistiendo la camiseta de Colón de Santa Fe, en el cotejo de ida de los octavos de final de Copa Libertadores ante Talleres.
Más allá de su claro amor por Instituto, club donde se formó, y con aquel recuerdo de un gol para la Gloria ante la “T” en ese mismo escenario con el que muchos querían “calentar” la previa, Ramón le bajó los decibeles.
Aclaró desde el vamos que era un partido especial “por ser de Libertadores”. Pero nada más. Que era un “partido difícil, contra un gran rival”.
Y luego de marcar el 1-0 para el Sabalero en un encuentro que terminaría en empate (el próximo miércoles se define todo en Santa Fe, desde las 19.15), gritó su gol con una calma que demuestra su madurez.
Muchos pensaron que Ramón festejaría su gol con alguna dedicatoria hacia los fanáticos locales, pero lejos estuvo de hacer el famoso “Topo Gigio”, llevándose las manos a sus oídos.
Buscó en su pierna derecha la canillera que tenía varias fotos suyas con su gran ídolo: Carlos “La Mona” Jiménez.
Y para el cordobés más famoso estuvo dedicado ese gol. Luego, fue abrazado y felicitado por todos sus compañeros.
En sus vacaciones, “Wanchope” había visitado a Jiménez en su estudio de grabación y le regaló la camiseta “12″ del Sabalero.
Cuando muchos pensaban que había pasado su mejor momento, tras alejarse de Boca, este 2022 lo encuentra en gran estado de forma.