Comenzó a aplicarse en el país la segmentación energética y hay más dudas que certezas en más de un sector productivo. Por caso, en el de las pequeñas y medianas empresas, que solicitan un tratamiento especial.
En diálogo con el móvil de LT10 y Litus, Roberto Slobodianiuk, dirigente de CAME, afirmó que hoy por hoy solo tienen “la certeza de la incertidumbre”, ya que a la falta de “referencia de precios y de entrega de productos” se suma un potencial aumento de hasta un 140% en las tarifas para los comercios en enero o febrero.
El empresario pidió entonces “entrar en algún tipo de bonificación o poder estar en un programa que contemple a las pymes, que no pueden estar igualadas con las grandes superficies o consumidores”.
“Cuando decimos pymes estamos hablando desde un kiosco hasta un comercio con 20 empleados. Si bien hay rubros en que la electricidad influye mucho (como los gastronómicos), también hay otros muy chicos (kioscos) que tienen muchas heladeras, y que haciendo la proporción del gasto con el tamaño y la facturación, este incremento es mortal”, explicó.
Slobodianiuk advirtió que “este es un problema que va a afectar a 2 millones de negocios del país”, lo cual implica “una masa laboral de al menos 4 millones de personas que pueden estar corriendo peligro”. “Uno empieza a recortar a veces por lo que menos quisiera”, remarcó.
Finalmente, anticipó que, como toda suba, “se trasladará a los precios”, aunque no en un 140%, sino en un 4,5 a 5% estimativo.