La vicepresidenta Cristina Kirchner criticó al Gobierno por haber autorizado un nuevo aumento a las empresas de medicina prepaga y afirmó que es "francamente inaceptable", así como también aclaró que había planteado su disconformidad "oportuna y reservadamente".
La decisión del Ministerio de Salud de autorizar a las compañías de medicina privada a incrementar 13,8 por ciento sus servicios en diciembre generó un nuevo foco de conflicto con la titular del Senado, quien se desmarcó abiertamente de la medida a través de un par de publicaciones en Twitter tras conocer el noveno incremento del sector.
"Resulta francamente inaceptable el nuevo aumento, esta vez de dos dígitos (13,8%), que el Gobierno autorizó a las empresas de medicina prepaga, y que de esta manera suman el 114% anual de aumento otorgado", lanzó la ex mandataria. Sobre el dato del incremento acumulado, alertó que se trata de "más de un 20% sobre la inflación anualizada".
Seguidamente, Cristina Kirchner aclaró que puertas adentro del Gobierno ya había planteado su negativa a autorizar el aumento a las empresas de medicina prepaga, por considerar que darían aún más impulso a la inflación.
Oportuna y reservadamente, manifestamos nuestra opinión contraria a seguir concediendo aumentos que afectan a las familias argentinas en un servicio imprescindible como el de la salud y que además agrava al proceso inflacionario.
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) October 26, 2022
"Oportuna y reservadamente, manifestamos nuestra opinión contraria a seguir concediendo aumentos que afectan a las familias argentinas en un servicio imprescindible como el de la salud y que además agrava al proceso inflacionario", cerró la vicepresidenta.
En los últimos días, dirigentes alineados con Cristina Kirchner, como Andrés "Cuervo" Larroque y Axel Kicillof, habían subrayado la importancia de que el Gobierno entrara en una nueva etapa para redistribuir la riqueza y recuperar el poder adquisitivo de los salarios.
Este nuevo incremento de las empresas de medicina prepaga no cayó bien en el kirchnerismo y obligó a la titular del Senado a apelar a una de sus herramientas políticas más efectivas: su cuenta de Twitter.