A través de un inusual documento elaborado en primera persona, productores agropecuarios nucleados en Coninagro describieron la situación crítica que atraviesan en diferentes provincias del país. Puntualmente, se enfocaron en la problemática que aqueja a Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, y Chaco.
En el informe de marras piden asistencia al gobierno nacional y una rápida respuesta frente a un escenario que podría llevar al quebranto a los propios productores. Por eso, ponen el foco en la sequía, la carga tributaria y la falta de competitividad, que marcan la agenda en el interior rural. En tal sentido, piden el Ejecutivo que se dispongan “medidas que salven a las economías regionales”.
Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, a la sazón una de las cuatro entidades de la mesa de enlace del campo, pidió que las autoridades nacionales tomen nota de lo que sucede en el interior productivo.
“El efecto de las inclemencias climáticas en los pueblos rurales significa que a menor producción son menos ingresos para sus economías, afectando el comercio y los servicios”, expresó.
Y añadió: “La grave situación actual merece un planteo de políticas activas del sector, tipo de cambio, financiamiento, leyes y asistencia financiera. Con la emergencia agropecuaria no alcanza, el productor cooperativo no puede avanzar".
Para Laucirica, las pérdidas "son significativas y entendemos la situación, pero hay que observar lo que viene y tomar decisiones políticas que generen previsibilidad al productor agropecuario".
El referente de Coninagro puntualizó que, además, "esta grave situación en los pueblos de las diferentes economías regionales se derrama e impacta en una baja de consumo en esas localidades, con menos comercialización, transporte y un freno general en la economía”.