La obsesión por el dinero responde a una fobia y tiene un nombre: Crematomanía. No tiene nada que ver con la angustia esperable de sentir -y de saber concretamente-, que no se llega a fin de mes, o que el sueldo que será depositado perderá su valor rápidamente al ritmo voraz de la inflación.
En cambio, desde la psicología clínica, se utiliza el término Crematomania para nombrar la obsesión por acumular riquezas y el apego excesivo al dinero. Un miedo irracional que las personas que la padecen experimentan frente la posibilidad de gastar su dinero, hacen que eviten utilizar ahorros, comprar objetos o servicios que les causa placer y disfrute y, en los casos más extremos, ni siquiera inviertan en aquello que necesitan para responder a las necesidades básicas.
La persona que padece esta fobia puede llegar a anteponer el dinero por encima de cualquier otra área de su vida, ya sea su familia, el trabajo, los amigos, hasta su propia salud.
Esta patología, si bien es frecuente es cierto que no es de las más conocidas y, por lo tanto, puede resultar complejo su abordaje hasta llegar al diagnóstico correcto, siempre y cuando la persona que la padece acceda a una consulta profesional y, en el mejor de los casos, a un tratamiento adecuado.
El gran problema que se repite con frecuencia tiene que ver con que las personas con crematomanía, hasta que logran reconocer esta fobia, han antepuesto el dinero por encima de todas las áreas de su vida (familia, amigos, pareja, trabajo), un escenario que no acompaña en el camino de la superación del cuadro clínico.
Idolatría por el dinero: Los síntomas principales
Entre algunos de los signos característicos del padecimiento psicológico, se destacan:
- Ansiedad: Las personas con crematomanía suelen experimentar ansiedad cuando intentan gastar su dinero o sienten que lo pierden.
- Adicción al dinero: Tienen cierta propensión a sobrepensar alrededor de los temas monetarios. Es decir, centran gran parte de su vida en pensar cómo ganar más dinero y/o ahorrar una mayor cantidad.
- Evitar ciertas situaciones: Las personas con esta ‘enfermedad del dinero’ acaban evitando diferentes situaciones que pueden comportar gastos extra. Esto acabará perjudicando tanto su día a día como sus relaciones con los demás.
- Problemas de salud y legales: Al evitar a toda costa gastar el dinero, estas personas pueden acabar padeciendo problemas de salud y legales. Esto puede ser debido a que evitan comprar medicamentos o pagar sus facturas.
- No pueden evitar estas emociones: Las personas que sufren de esta obsesión por el dinero no saben cómo evitar los sentimientos o emociones negativas que les surgen ante el gasto de sus ahorros.
Cómo se trata la crematomanía
La consulta profesional siempre es la opción más adecuada. En paralelo, existen técnicas y acciones concretas y complementarias que pueden ser de gran utilidad.
Por un lado, se recomienda analizar –siempre que sea posible- de dónde proviene ese miedo irracional por el dinero. Cuáles podrían ser las causas y enumerarlas para tenerlas presente. Quizás no se puedan reconocer en un primer momento, pero el ejercicio de pensarlas puede ayudar a bajar la ansiedad.
Al mismo tiempo, establecer gastos fijos mensuales también puede resultar una buena estrategia para controlar, de alguna manera, cierta parte del dinero que se deberá invertir para asegurar la cobertura mensual de las necesidades básicas. Se puede recurrir a la ayuda de un familiar, pareja o amigo de confianza para dar el primer paso.
Señales comunes de las personas con crematomanía
- Piensan en el dinero la mayor parte del tiempo
- No logran disfrutar los logros porque siempre están pensando en conseguir más
- Asociación la felicidad total al dinero
- Aprueban o desaprueban a las personas en función de su economía
- Viven con la necesidad de tener reconocimiento social
- Se quejan de la falta de dinero a pesar de no necesitarlo
- Sienten insatisfacción con la vida que consiguieron
- No realizan actividades que no les vaya a generar ningún rendimiento económico