Cada 45 minutos una persona es diagnosticada con cáncer de próstata en Argentina, cifra que ubica a esta enfermedad entre una de las principales causas de mortalidad masculina por "falta de conciencia" y miedo a los controles, pero que puede curarse si es diagnosticada a tiempo, advirtieron especialistas en el marco del Día Mundial de esta patología, que se conmemora cada 11 de junio.
"Es el tumor más frecuente en el hombre. Sin embargo, no es el más letal porque se puede detectar precozmente. Es una enfermedad más bien indolente en sus etapas tempranas y hay muchas metodologías para tratarla", dijo a Télam Carlos Silva, coordinador médico y del Área Psicosocial de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec).
"Cuando el paciente consulta con síntomas ya tiene bastante entidad el tumor. Hay que anticiparse a eso", sostuvo el médico especialista en oncología.
Entre las señales de alerta están la presencia de sangre en la orina o en el semen; tener dificultades para orinar, como la sensación de no poder vaciar completamente la vejiga; presentar dolor en la región pélvica o en la parte baja de la espalda; y tener disfunción eréctil.
Según las últimas estadísticas del Ministerio de Salud, cada año se diagnostican 11.686 casos de cáncer de próstata, uno cada 45 minutos, y se calcula que alrededor de 3.500 hombres mueren a causa de esta enfermedad al año en el país.
Además, se estima que uno de cada ocho hombres tendrá esta enfermedad a lo largo de su vida en Argentina, por lo que es el tipo de cáncer más común en la población masculina y el tercero en mortalidad después del de pulmón y el colorrectal.
"Lo fundamental es el diagnóstico precoz a través de dos cosas: el examen rectal digital (ERD), conocido como tacto rectal, y un análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA). De los dos, el más importante es el tacto rectal que es al que más le huyen los hombres", continuó Silva.
La próstata, una glándula del tamaño de una nuez que forma parte del sistema reproductor masculino, tiene como función producir semen junto a los testículos y las vesículas seminales.
Al estar situada en la pelvis, justo por debajo de la vejiga y delante del recto, cuando la próstata se enferma aumenta de tamaño y comprime la uretra, pudiendo generar trastornos urinarios.