En el norte argentino se encuentra el salar más largo del mundo ubicado a una altura de 3.900 metros sobre el nivel del mar y que en su centro se destaca por contar con tres lagunas muy pintorescas que son un gran atractivo para los turistas.
Es el Salar de Antofalla, uno de los lugares más inhóspitos de la Puna catamarqueña que es parte de la región de Antofagasta de la Sierra y al que solamente se puede acceder mediante un vehículo de tracción total (4x4). Este salar se encuentra a los pies del volcán de Antofalla -que aún está activo- y a 25 kilómetros de la localidad homónima.
Sus dimensiones son de 150 kilómetros de largo por 12 km de ancho que lo convierten en el salar más largo del mundo y cabe destacar que se encuentra ubicado en un lugar muy árido que no posee vegetación por lo que la vida allí se hace prácticamente imposible.
Las regiones aledañas a este salar se encuentran deshabitadas y el único pueblo que se encuentra cerca es Antofalla, una comunidad indígena Kolla que cuenta con cacique y en la que viven unas 45 personas. Es un lugar que cuenta con una oferta reducida de casas para turistas y que sirve para hacer base y visitar el salar.
Entre los principales atractivos del Salar de Antofalla se encuentra la formación lagunas Ojos de Campo, que son géiseres apagados de agua salada con distintas tonalidades azules, verdes y anaranjadas, además de las termas Botijuelas, un paraje escondido cercano cuyas aguas llegan a las 40 grados.